Los ladrones volvieron la noche del sábado al domingo a las galerías de Ramón y Cajal, como ya lo habían hecho el pasado 26 de marzo. En esta ocasión, la perjudicada fue la pescadería Ana, más cercana a la entrada de Novoa Santos.

Los comerciantes de las galerías reclaman más presencia policial ya que es la segunda vez en quince días que los negocios se ven afectados por los ladrones. El pasado 26 de marzo fue la barbería Jesús Botana la perjudicada. Los ladrones se llevaron la caja registradora y la máquina de cortar el pelo.

Como medida disuasoria, los propietarios de las tiendas han decidido dejar las luces encendidas durante la noche en el pasadizo, aunque reclaman más presencia policial en la zona para evitar que se repitan estos asaltos.