"No hay infraestructura suficiente para terminar el curso de forma telemática y que sea justo", juzga Rubén Lado, estudiante de Informática de segundo curso. Pone de ejemplo su propio caso, que, aunque circunstancial, considera que es algo que puede llegar a ocurrir con frecuencia a una buena parte del alumnado. "Ayer no pude acceder a una clase por un problema de conexión", revela. Afirma que los estudiantes "no tienen nada garantizado" con respecto a la finalización satisfactoria del curso, y pone como ejemplo la diferencia de criterio ya no solo entre facultades, sino entre los propios departamentos. "Hay asignaturas en las que no se suben los vídeos de las clases, otras dicen que habrá una prueba presencial", expone. Aunque asegura que el problema de la evaluación podría solventarse en su carrera a base de trabajos, entiende que las necesidades de cada titulación responden a diferentes condiciones. "Hay mucho descontento, es como si no pasase nada. Exigimos que se acabe el curso, que es lo más justo", reclama.