La convulsión social y económica generada por el coronavirus obligará al Concello coruñés a llevar a cabo una modificación del presupuesto municipal de este año para adaptarlo a las nuevas necesidades, pero el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, estima que no afectará al desarrollo de los grandes proyectos de inversión previstos en el documento, aunque admite que habrá que efectuar algún reajuste. Villoslada considera además que esta crisis tampoco implicará la anulación de las grandes actuaciones de infraestructuras pendientes en la ciudad de la mano de Xunta y Gobierno central, pero prevé que puedan producirse retrasos en alguna de ellas.

¿Cómo está afrontando el Gobierno local la crisis generada por la pandemia del coronavirus?

La situación la afrontamos lógicamente con la máxima preocupación, pero también con la máxima convicción de que hay que preparar por parte de todos los agentes públicos y privados, tanto económicos como sociales, los necesarios planes de choque a corto, medio y largo plazo. En el Gobierno municipal estamos teniendo la máxima coordinación posible para hacer frente a las cuestiones más urgentes, sobre todo con los colectivos más vulnerables, reforzando no solo los sistemas de bienestar social, sino también los de seguridad ciudadana, así como para hacer seguir llegando a la ciudadanía servicios en línea que antes eran presenciales, como los de deportes, bibliotecas o atención a niños en edad escolar. También estamos preparando en cada concejalía, para integrarlo en un plan municipal, los planes de choque para el día después, como puede ser el de inversión en obra públicainversión o de gestión de las licencias urbanísticas que contribuyan a generar actividad, que es importante.

¿Puede afrontar la reorientación del presupuesto municipal a alguno de los proyectos de inversión que estaban previstos?

La Concejalía de Economía e Facenda está haciendo un análisis de la situación, porque desde que el presupuesto entra en vigor hay una previsión de ingresos y una de gastos. Hay que ver qué variación va a tener la de ingresos porque lógicamente no va a ser la anterior a la del estado de alarma y es posible que haya que reorientar en cierta o gran medida el presupuesto de este año. Lo que es cierto también es que la inversión pública, en términos keynesianos, es una palanca fundamental para tratar de reactivar lo más posible el empleo y la cadena de producción que suponen los trabajos de obra pública y privada. Por eso, la inversión y los grandes proyectos en principio prevemos que sigan adelante, sin perjuicio de que haya que hacer algún reajuste que estamos estudiando.

Buena parte de la inversión municipal vendrá a través de los proyectos europeos Eidus, cuya tramitación es muy compleja. ¿Va a retrasarlos la situación que vive el Concello en estas semanas?

Esos proyectos tienen un montante total de 15 millones y por ahora no tenemos noticias del Ministerio de Hacienda que pueda haber una reprogramación de los fondos Feder mediante los que se financian en función de las directrices que vengan de la Unión Europea, pero para nosotros son importantes, por lo que mientras no tengamos indicaciones sobre una reprogramación, seguiremos adelante con ellos. De hecho, hay alguna obra ya en marcha y alguna otra que está ya en fase de adjudicación que queremos continuar, como la remodelación de la calle Nuestra Señora del Rosario. Pero en el conjunto de la senda financiera de los Eidus se nos exigen unos plazos y puede ser que cambien y se establezcan unos nuevos, pero aún no tenemos noticias por parte del ministerio.

En cuanto a los proyectos de infraestructuras que el Ministerio de Transportes tiene previstos en la ciudad, ¿ha habido algún contacto con el Gobierno para saber qué va a pasar con ellos?

Sobre esos proyectos todavía no tenemos ninguna noticia por parte del Gobierno central y tampoco la tenemos por parte del autonómico sobre sus actuaciones. Creo que todas las administraciones estamos ahora centradas en la gestión de la crisis sanitaria, pero todas estamos trabajando en paralelo sobre cómo están los proyectos, por lo que me imagino que a partir de estos días empezaremos a hablar sobre cómo abordar los proyectos para seguir adelante una vez que se levante el estado de alarma.

¿Teme que estos proyectos puedan quedar en un segundo plano si el Gobierno central tiene que dar prioridad a la inversión social?

Por ahora no lo tememos en la medida en la que no tenemos información porque estamos más ocupados en la gestión del día a día, pero es cierto que si hay una reprogramación no supondrá que los proyectos se caigan, aunque alguno de ellos sí puede sufrir un retraso. Lo analizaríamos, pero lo importante será atender las prioridades, sobre todo las más sociales, aunque las de inversión influyen mucho en que las tasas de empleo no se desboquen de forma excesiva y, por lo tanto, el impacto social de esta crisis se palíe de alguna manera. Hay que buscar los equilibrios entre el gasto social y el productivo, que en el fondo es también una palanca social.

¿Cómo va a afectar esta crisis a la búsqueda de una solución al problema financiero del puerto que evite la venta de los muelles?

Ese tema, como muchos otros del Estado y la Xunta en la ciudad pueden verse afectados por una posible reprogramación, pero hoy por hoy todavía no tenemos información en ese sentido y va a haber que abordarlo más pronto que tarde.