La paralización de la práctica totalidad de la vida social en el país a causa de la expansión del coronavirus tiene consecuencias también sobre las sociedades coruñesas de mayor solera. Casi todas ellas han tenido que solicitar un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) para sus empleados mientras dure esta situación y sus ingresos han caído de forma importante por la suspensión de las actividades mediante las que obtenían buena parte de sus ingresos, lo que hace que en la mayoría miren el futuro con incertidumbre, ante las consecuencias económicas que podría tener un cierre muy prolongado de sus instalaciones.

"De momento vamos aguantando bien", señala Santiago Togores, presidente de la Real Sociedad Deportiva Hípica, quien detalla que su situación "no es desesperada porque la entidad tiene solvencia, pero todo depende de lo que dure esto". Togores añade que todavía no se presentaron solicitudes de bajas y que se han recortado mucho los ingresos por la suspensión de actividades deportivas y de ocio, ya que considera que las cuotas de los socios "son muy ajustadas y esos ingresos son importantes para la sociedad".

El cierre llevó a que una parte de la plantilla trabaje desde sus hogares, mientras que a los monitores deportivos se les aplicó un ERTE, aunque la sociedad estudia la posibilidad de complementar la prestación que recibirán.

"El principal problema es no tener la actividad habitual y la incertidumbre de no saber cuándo podremos recuperarla", comenta Juan José Medín, presidente del Casino Sporting Club, quien admite haber recibido peticiones de bajas definitivas o temporales por parte de socios, aunque asegura que "la inmensa mayoría comprende la situación y está a la expectativa". El Casino estudia rebajar las cuotas de mayo y los meses siguientes si persiste el confinamiento, pero devolvió la mitad de las cuotas de marzo que aplica a actividades como las escuelas deportivas y de baile y no pasará al cobro las de abril y mayo. "Dificultades las vamos a tener, pero será más difícil superarlas cuanto más tardemos en recuperar la actividad", advierte el presidente.

Medín recuerda que la entidad cumplió 130 años el 16 de marzo y que en ese tiempo ha pasado "tiempos mejores y otros con alguna dificultad", por lo que espera salir con éxito de la actual. De los 67 empleados del Casino se aplicó un ERTE a 52 de ellos, mientras que el resto han desinfectado las instalaciones y las preparan para la reapertura.

También el Club del Mar solicitó este mes un ERTE para parte de su plantilla, a la que pagó todo marzo y, aunque se decidió no cobrar las cuotas a los socios, la presidenta, Marián Ferreiro, destaca que "150 decidieron pagarla para evitar problemas al club", por lo que les expresa el agradecimiento de la directiva. "Damos por hecho que el confinamiento seguirá al menos hasta el 10 de mayo", afirma Ferreiro, quien a pesar del descenso de ingresos por la suspensión de cursos y actividades confía en que no haya problemas económicos. La presidenta sitúa en 20.000 euros los gastos mensuales del club, pero en abril ascendieron a 50.000 por la coincidencia de varios pagos.

Al igual que el resto, el Circo de Artesanos mantiene suspendidas todas sus actividades, entre ellas los concurridos bailes de los fines de semana. El presidente, Cándido Iglesias, asegura que no han sufrido bajas de socios y destaca que solo tienen dos empleados. El hecho de que el convenio con el Concello mediante el que parte de su sede es usada como centro cívico sea su principal fuente de ingresos permite al Circo carecer ahora de problemas económicos.

El Real Club Náutico mantiene con un ERTE al 75% de sus 46 empleados y el resto trabaja en sus casas, según refiere el presidente, Fernando Cobián. Aunque no prevé que haya problemas económicos para el club, algún socio solicitó una rebaja de la cuota que no es posible aplicar. "No podemos valorarlo de momento porque no sabemos la reacción que puede haber", afirma Cobián sobre la repercusión que tendría que el confinamiento se prolongue mucho más.