Hace casi cinco años que Richard Rodríguez abrió su propia barbería en el callejón entre la calle San Andrés y la calle Galera. Desde entonces se ha ganado el cariño de una clientela fiel, y una gran parte de ella le ha hecho saber que, en cuanto termine el confinamiento, lo primero que harán será pasarse por Richard's Barber. "Recibimos muchos mensajes por redes sociales. Los clientes tienen ganas de volver a la barbería, y nosotros de volver a trabajar", afirma el responsable, que desde hace ocho años también es propietario del centro de estética Nails Coruña, situado en la misma ubicación que la peluquería masculina.

A la hora de superar tanto la cuarentena como la crisis económica que vendrá detrás, Rodríguez y los empleados de ambos locales apelan al positivismo y, sobre todo, a la empatía. "Las consecuencias de todo esto no pueden recaer sobre los de siempre, el golpe debería de repartirse entre todos", cuenta el responsable, que "desde un punto de vista egoísta", cree que las ayudas que ofrece el Gobierno son "insuficientes".

Como la gran mayoría de los negocios, en los de Rodríguez también se ha optado por la vía del ERTE, al que se han acogido un total de seis trabajadores. El responsable describe su situación como "dura, inesperada y complicada", pero es positivo ante la vuelta a la actividad una vez que termine la cuarentena, y confía en que, al reabrir sus locales, puedan dar la bienvenida a "una oleada de clientes": "Hemos recibido su apoyo, y nos ha venido muy bien anímicamente. Además, sabemos que durante estos días han sido muchos los que han intentado experimentar en sus casas con su imagen, así que esperamos que no nos falte trabajo".

Y es que, para continuar manteniendo el contacto con sus clientes, a Rodríguez se le ocurrió la idea de lanzar un peculiar challenge a través de sus redes sociales, una especie de llamamiento para compartir "los looks de cuarentena" de los seguidores del negocio: "Les pedimos que nos envíen fotos de cómo están, por si se han dejado el pelo largo, bigote o barba. Incluso hay quien se ha hecho algún que otro estropicio", bromea.

Así, el responsable se asegura de "compartir un poco de alegría entre todos": "Hemos recibido una respuesta muy grande, y para nosotros eso es muy importante. Queremos que sepan que seguimos aquí para ellos, y ofrecer un motivo por el que reírnos juntos".