La suciedad y el mal olor que denunciaron los vecinos de la calle Álvaro Cebreiro en los últimos días se mantiene, ya que ayer reiteraron sus quejas y aseguraron que ni siquiera pueden abrir las ventanas de sus viviendas a causa de la pestilencia que llega de los residuos que se acumulan en la vía pública. Según los residentes en el lugar, los contenedores de la basura, que son soterrados, están llenos, lo que obliga a dejar los residuos en las aceras y permite que las gaviotas rompan las bolsas. Esto hace que desechos como restos de carne estén repartidos por la plaza de San Andrés y generen un olor desagradable. Los vecinos critican también que los propietarios de perros no limpian sus heces cuando los sacan a pasear.