Elena García es una adolescente de quince años que, desde este sábado, podrá hacer aquello que llevaba deseando desde hace más de seis semanas: salir a correr por el paseo marítimo de A Coruña. Hasta el momento, la joven aprovechaba el tiempo de confinamiento para llevar al día sus estudios, comenzar a aprender italiano e incluso hacer un curso de mecanografía.

Desde el pasado domingo, sus dos hermanos pequeños salen cada día durante una hora a pasear y jugar, y ahora por fin le ha llegado el turno a ella.

"Estoy deseando salir y hacer un poco de ejercicio. No llevo mal el confinamiento, porque tengo un perro y puedo tomar el aire cuando lo saco a pasear, pero después de tanto tiempo el encierro se está haciendo un poco cuesta arriba", comenta.

La joven, que estudia en el Colegio Compañía de María, afirma que la división de franjas horarias en función de la edad es una buena idea para evitar las aglomeraciones, y espera que en esta ocasión la gente actúe "de forma responsable". Según explica, "cuando dejaron salir a los niños hubo personas que actuaron con imprudencia. Espero que con las franjas horarias sea más fácil evitar el contacto. Soy bastante optimista".

Si pudiese escoger, a Elena le habría gustado que a la gente de su edad se le permitiese salir por las tardes para disfrutar del buen tiempo, aunque se conforma con que su franja horaria, establecida entre las 6.00 y las 10.00 horas, y las 20.00 y las 23.00 horas, no coincida con sus teleclases.