Alejandro Canosa fue jugador profesional de hockey sobre patines y, aunque hace unos cinco años que se retiró de la competición, entrena al primer equipo de Compañía de María y trabaja en el Club del Mar. Además, antes del confinamiento, salía a correr y al gimnasio varios días por semana. La cuarentena le obligó a adaptar su entrenamiento en casa, con algún material de gimnasia, pero, señala, "llega un momento en el que necesitas algo más, salir, airearte".

El cuerpo le pide "salir a correr", pero, explica Canosa, su experiencia profesional y como instructor le aconsejan ser "más cauto". Si antes corría ocho o diez kilómetros y podía pasar unos 50 minutos a la carrera, ahora caminará durante la mayoría del recorrido y aumentará la velocidad "en pequeños tramos, un par de minutos", para irse acostumbrando "poquito a poco". Pero no renunciará a la carrera, su forma de "airearse" y su ejercicio preferido ante el de gimnasio, "necesario pero aburrido".

El Gobierno permitirá desplazarse, como máximo, a un kilómetro de la propia vivienda, pero Canosa, que reside con su pareja en As Lagoas, ya tiene pensado a dónde irán a hacer ejercicio. "Aprovecharé el entorno de la Torre, que lo tengo justo al lado", así como el paseo marítimo: espacios amplios en los que el riesgo de contagio es mínimo. Acerca de si la restricción a hacer deporte se podría haber levantado antes, Canosa señala que "no" lo tiene "muy claro". En A Coruña, con zonas abiertas como el paseo, "quizás se podría haber adelantado un poco", pero admite que es difícil tomar la decisión para el conjunto del país.