Después de mes y medio de confinamiento, el primer día de deporte puede ser peligroso. "Y eso que lo arreglaron porque al principio, cuando dijeron que solo se iba a poder salir para hacer deporte, me imaginé todo tipo de locuras de gente que se pondría a correr sin haber hecho nunca nada antes", reflexiona José Carlos Tuñas. Él es entrenador de atletismo, licenciado en INEF y preparador físico. Por su experiencia, recomienda tomárselo con mucha calma, pero diferencia entre aquellos que regularmente ya hacían deporte antes de que la pandemia obligara al refugio en casa y los que precisamente aprovecharon este encierro para empezar a hacer ejercicio y ahora quieren iniciarse también en el running.

Para estos últimos, Tuñas tiene cinco recomendaciones principales. Para antes de empezar, "elegir bien el calzado, "hacer ejercicios de movilidad articular" en especial con los tobillos y estiramientos previos y elegir bien la zona por la que se va a correr. El entrenador coruñés sugiere "tierra, hierba o incluso la zona dura de la playa", algo fundamental para no sobrecargar la cadera y las rodillas y evitar lesiones. Y a a la hora del ejercicio, Tuñas explica un truco para principiantes: "Lo ideal es andar cuatro minutos y correr uno y repetirlo seis veces porque es media hora de trabajo". Con el paso de los días, paulatinamente se va quintando un minuto de andar para aumentar uno de correr (3 andar y 2 correr; 2 andar y 3 correr y 1 andar y 4 correr). "En menos de un mes estará en disposición de completar unos 30 ó 40 minutos sin dificultad", añade y apunta un nuevo consejo: "Si eres capaz de mantener una conversación o incluso cantar un poco, vas a buen ritmo y si no, debes bajarlo".

Lo principal, según Tuñas, es ser muy cauto. También para los más habituados, que no pueden pretender hacer en un solo día lo que no han podido hacer en más de 40. "Yo creo que hacen falta quince días de adaptación antes de poder volver a hacer lo de antes", opina. Por dos motivos. El primero, porque lo más seguro es que se haya ganado peso. Y el segundo, porque en el tiempo de confinamiento, aunque se mantuviese la actividad en casa, se ha trabajado sobre todo en un solo plano. "A nivel articular no se está preparado para recibir los impactos, se han atrofiado un poco ciertos músculos y habrá una pequeña descompensación e incluso problemas de coordinación", vaticina. Tuñas insiste en el concepto de ser cautos y concluye que su lema siempre es "mejor quedarse cortos" que entrenar en exceso. "El corazón nos va a pedir locuras, pero tenemos que ser muy conscientes de que todavía no estamos preparados para hacerlas", concluye el responsable del Coruña Comarca.