En el café bar Ágora, en la calle Orzán, ya no habrá cartas convencionales en la barra ni en las mesas; los clientes que vuelvan a tomar algo desde el lunes, cuando Manuel López reabra tras el parón obligado por el Covid-19, deberán pedir sus consumiciones a través de sus móviles con un código QR. En la entrada del local, abierto desde hace 18 años, habrá una alfombra bactericida. Los clientes tendrán a su disposición guantes, mascarillas y gel hidroalcohólico, además de vasos desechables para lo que consuman. Y carteles pegados en el local informarán del uso correcto que deberá darse al espacio reservado para la terraza, con cabida para cinco mesas.

"Más que obtener rentabilidad y ganancias, ahora lo más importante es transmitir seguridad a los clientes. Que no dejen de venir a sus locales, que no piensen que los bares puedan ser lugares inseguros o desagradables", cree López. Antes de la reapertura del día 11 (de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 23.00 horas), una empresa desinfectará y limpiará todo el establecimiento.