La vuelta a la normalidad de los trabajadores públicos a partir de mañana estará condicionada por medidas de protección e higiene que hasta hace dos meses, antes de que el Covid-19 trastocase miles de rutinas en la población, eran muy poco habituales. Cualquier funcionario del Ayuntamiento que atienda al público, servicio que se recuperará el próximo lunes 18 de mayo y con cita previa, estará obligado a usar pantallas faciales y a disponer de geles hidroalcohólicos para la limpieza de las manos. Se les recomienda además emplear mascarillas quirúrgicas y guantes, aunque en sus puestos de trabajo se hayan instalado elementos separadores.

La atención al público que corresponde a funcionarios como conserjes o trabajadores sociales que se desplacen por centros públicos requerirá también del uso de máscaras FFP2 sin válvula, guantes de nitrilo y pantallas. E incluso quienes trabajen en oficina sin dirigirse directamente al público habrán de extremar la higiene de las manos sin descartar el uso de mascarillas para aquellas actividades en las que no sea posible mantener la distancia de seguridad de dos metros. A estos funcionarios se les recuerda que extremen la higiene en el lavado de sus ropas al finalizar la jornada laboral.

Estas medidas están recogidas en el protocolo del Concello que establece la reincorporación de los funcionarios al trabajo presencial tras el periodo de actividad telemática desde la entrada en vigor del estado de alarma a mediados de marzo, que se produce casi dos meses después en la fase 1 del plan de desescalada. Desde mañana volverán a sus puestos los jefes de servicio y de departamento, el personal de apoyo que determinen los titulares de cada concejalía tanto en el Ayuntamiento como en el IMCE, Emalcsa, Emvsa, el Consorcio de Turismo, el Consorcio de la Música, Fundación Luis Seoane y Fundación Emalcsa, y los conserjes de colegios. El lunes 18 se incorporarán al trabajo presencial el resto del personal público en los distintos centros municipales.

Volver al puesto físico de trabajo cuando el coronavirus aún no ha remitido, aunque se reducen los contagios y las víctimas, exige protección, higiene y prevención, y en eso incide el protocolo municipal. El Concello dotará a los funcionarios de máscaras, pantallas y otras medidas necesarias para el desarrollo de sus trabajos, cuyo uso se considerará obligatorio cuando no se pueda mantener la distancia mínima de dos metros respecto a otros trabajadores o usuarios de centros públicos. En todos los lugares abiertos al público habrá barreras de separación (mamparas, biombos) para evitar el contacto, dispensadores de hidrogel y colectores para guantes y máscaras.

En las oficinas de atención al público se implantarán sistemas de control de entrada, organización de entrada y salida del público por medio de un conserje y se utilizarán señales verticales y en el suelo para indicar por dónde se entra y se sale, así como marcas de posición. Si el edificio donde se ubica el centro de trabajo lo permite, se habilitará un sentido de entrada y otro de salida y en los controles de seguridad se establecerá una distancia razonable entre personas para evitar contactos. Si fuera necesario, usuarios esperarán en el exterior del inmueble cuando el aforo aconsejado les permita acceder al interior.

El protocolo señala la adopción de medidas organizativas necesarias para garantizar la distancia de seguridad en aquellos lugares de los edificios donde puedan concurrir dos o más personas. Ante ello apunta varias pautas, como disponer el acceso a las dependencias de forma individual, mantener la precaución en los tiempos de descanso, seguir el mismo sentido de circulación que los vehículos en la calzada cuando se recorran vías de tránsito o escaleras (caminar por el lado derecho y de uno en uno lo más próximo posible al extremo) o habilitar una escalera de subida y otra de bajada. El uso de ascensores será prioritario para personas mayores, con discapacidad o movilidad reducida.

La vuelta de los funcionarios coruñeses al trabajo presencial exige además la adopción de importantes medidas de higiene. Entre ellas está la limpieza y desinfección de los lugares y los equipos de trabajo, que no se recomienda que usen otras personas, así como superficies de espacios, pomos de puertas, barandillas, botones, baños y mostradores; y la ventilación frecuente de estancias con la apertura de ventanas evitando corrientes de aire: unos cinco minutos al comienzo de la jornada, a media jornada y al final.

Para prevenir cualquier riesgo de contagio en el proceso de vuelta a la normalidad de los funcionarios, el Concello recuerda que si un trabajador público sufre síntomas de coronavirus en su domicilio o en su puesto de trabajo, debe no regresar a su centro de trabajo y comunicárselo a su servicio o trasladarse inmediatamente a un espacio cerrado, preferiblemente con ventana, antes de ponerse en contacto con el 900 400 116 para adoptar las medidas que indiquen las autoridades sanitarias. Los responsables de personal de las unidades afectadas dictarán las instrucciones necesarias para ventilar el despacho y las zonas donde estuvo la persona que presentó síntomas.