¿Quién dijo que cuando algo no se utiliza o se estropea hay que deshacerse de él? Esa filosofía del usar y tirar no ha entrado en una vivienda de Abegondo que ha pintado de blanco una bicicleta para que sirva de soporte para su buzón plateado con la inscripción U.S. Mail. Es una bicicleta normal, sin neumáticos, eso sí, pero con su cadena, su sillín, sus pedales y su manillar que, de este modo, ha encontrado una segunda vida, con sus hierros circulares enterrados en unas piedras decorativas, esperando a que llegue el cartero y le llene la barriga a ese buzón de puerta delantera, como los de las casas de las películas americanas.