Las dificultades del pequeño comercio se dejan notar en todos los barrios, y son varios los colectivos que han dejado oír ya sus reclamaciones. Es el caso de la Asociación de Comerciantes Distrito de Oza, que remitió ayer a la alcaldesa una carta en la que reclamaba más ayudas para sus establecimientos. El más de medio centenar de negocios que la integran pidieron un plan de apoyo urgente, así como "la condonación de todos los impuestos municipales que tendremos que abonar a pesar de no haber podido abrir nuestros locales". La solicitud incluye la cancelación del pago del agua, que el Concello permite aplazar al próximo febrero, una medida que la entidad considera "insuficiente" porque "lo único que logrará será postergar el problema al 2021 en el que, además de arrastrar la crisis, los establecimientos tendrían que abonar el doble del importe".

Para el presidente de Federación Unión Comercio Coruñesa (FUCC) José Luis Boado, la prórroga de la factura es también "pan para hoy y hambre para mañana". Afirma que "hace falta inyectar medidas económicas en los comercios para que puedan resurgir", porque "viven del día a día". La mayoría de ellos se encuentran esta semana con el producto que no pudieron vender, y con aquel que les llega ahora "porque se compra con meses de antelación". Calcula que serán "uno de cada cinco" los que cierren, especialmente "los que tienen poca trayectoria" y se vean asfixiados por la inversión inicial.

La hostelería, por la escasez de terrazas, y el textil, "por el miedo", están siendo los sectores más perjudicados. Todos aguardan "como agua de mayo" su inclusión en la plataforma del Concello, que trabaja para agruparlos en la web de venta on line que habilitó en su momento para los mercados.