El confinamiento propició una relación muy estrecha con el pijama, los leggins y el chándal, a pesar de que todos los expertos aconsejasen que lo mejor para poder pasar la cuarentena en casa era vestirse y ducharse a diario. Con la entrada en vigor de la fase 1 se puede ya salir a pasear, a comprar y a las terrazas. Tanto tiempo en casa y la llegada de la primavera han desnortado a muchos vecinos que, a la hora de salir, ya no saben ni qué ponerse, así que, no es inusual ver a un hombre tirar la basura en bata y zapatillas, a otra con sandalias y vestido en la farmacia y, a su lado, alguien todavía con el abrigo, aunque desabrochado.