La nueva estación de autobuses es otra de las patas en las que se asienta el proyecto de la intermodal coruñesa. La Consellería de Infraestruturas tramita en este momento la actuación a través de una ley para iniciativas de excepcional interés que permite agilizar los plazos habituales y se marca el objetivo de licitarla este mismo año con un presupuesto de 17,4 millones. El diseño del recinto se halla sometido a exposición pública y tendrá que ser retocado al observarse que la superficie que pretende ocupar sobrepasa la comprendida en la modificación del plan general puesta en marcha por el Concello.

La tercera pata de esta infraestructura son los accesos que deberá construir la administración municipal, que también precisan de dos cambios urbanísticos ya en marcha. Las avenidas de Arteixo y A Sardiñeira serán la ruta que seguirán los autobuses para entrar y salir de la ciudad, por lo que habrá que remodelarlas para adaptarlas a su paso, a lo que se sumará una glorieta de acceso a la entrada de la nueva terminal. Además de la ejecución de los nuevos viales que comunicarán con la estación, el Concello deberá costear el aparcamiento situado en el subsuelo, aunque a cambio lo explotará durante veinte años.