Música y fotografía han sido las compañeras perfectas para Cristina Varela durante el confinamiento, pero también formaban parte de su vida profesional antes de la crisis. "Colaboro con revistas y webs escribiendo crónicas de música y soy fotógrafa para varias marcas y artistas. También soy dependienta en una tienda de ropa", explica. A sus 23 años, con perfil polifacético y muchas ganas de salir adelante, Varela cree que su generación "está gafada" y que cada vez es más complicado conseguir "independencia personal y económica", aunque cree que, en medio de la crisis, puede vislumbrarse un poco de luz: "En estos momentos nos toca a nosotros luchar por jugar en casa y hacer crecer lo nuestro". Las cosas serán muy diferentes a partir de ahora, y a Varela le preocupan especialmente el sector de la cultura y la repercusión en las relaciones interpersonales. Sin embargo, de todo se aprende: "Ahora sé cuánto importa valorar el presente. Hay que aprovechar las alas que tenemos y no dejarse nada para luego, porque mira la que se puede liar".