Cuando terminó sus estudios de Diseño de Interiores en la Pablo Picasso, Pablo Patiño cruzó el Atlántico para continuar su formación en Nueva York. A su regreso, con 24 años, obtuvo una Mención Especial en los premios InterCidec 2019 y comenzó a trabajar en una empresa de diseño coruñesa. Patiño daba sus primeros pasos en el mundo laboral cuando, semana y media después, irrumpió la pandemia que lo enviaría de vuelta a casa. Cree que a su generación le espera "un futuro negro", pero mantiene la esperanza de que a base de "esfuerzo y mucho trabajo" pueden surgir oportunidades en un sector que, teme, será de los más perjudicados: "Las empresas de diseño dependen en parte de la hostelería, así que no va a ser fácil. Por el momento, sigo formándome, diseñando proyectos y trabajando para encontrar mi sitio". Un sitio que, no necesariamente, tiene que estar aquí. "Me gustaría volver a Nueva York, pero es difícil. Ahora en España es imposible adquirir experiencia y aun encima se han cerrado las puertas para poder buscarla fuera", añade.