El Grupo Industrial Riesgo, la nueva gestora de las antiguas plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés (ahora Alu Ibérica) presentó ayer un plan industrial al comité de empresa coruñés que, según Riesgo, permitirá garantiza la continuidad del trabajo y el empleo en las plantas. Sin embargo, el presidente del comité Juan López Corbacho, señala que el plan se presentó "de viva voz", sin documentos en los que se reflejen las inversiones, sus características y tiempos de ejecución y las garantías de empleo.

Por ello, y porque "se están incumpliendo los compromisos firmados" anteriormente en la venta por parte de Alcoa, reclama que el plan se tiene que presentar en la mesa industrial, ante el Ministerio correspondiente. Corbacho se reunió también ayer con la subdelegada del Gobierno para pedir que se convoque y "el Gobierno intervenga para prevenir cualquier desfalco". En cuanto a la Xunta, señala que "está mirando de lejos" sin haberles concedido una reunión, aunque señala que el Concello le trasladó al Gobierno "la urgencia de la reunión". "Primero hay que clarificar la situación jurídica y legal" resume Corbacho "y a partir de ahí el Gobierno tiene que actuar".

Por parte de Grupo Riesgo concurrieron a la reunión su responsable, David Domenech, un abogado y el consultor José Gil Pulpeiro (el último director de Alcoa A Coruña). De acuerdo con un comunicado de la empresa, el plan industrial comprende, una primera fase, la conversión de las plantas a gas y la incorporación de nuevos profesionales y tecnologías, con una inversión de 25 millones en A Coruña y Avilés. En la segunda se incorporarán trabajos de reciclado y se desarrollarán nuevos productos, y finalmente se instalarán una central eólica y una fotovoltaica en las instalaciones. El objetivo, según Riesgo, es producir aluminio sin huella de carbono e incorporar el negocio del reciclado, y garantizar la pervivencia de las plantas y el empleo.

Cuando Alcoa vendió a Parter Capital sus plantas de aluminio en A Coruña y Avilés en julio pasado, se comprometió a abonar 100 millones, de los que ya ha entregado la mitad. A cambio, el fondo tenía que presentar un plan industrial y poner a andar las dos fábricas en tanto en cuanto la tarifa eléctrica de los principales consumidores bajara (ha bajado). Pero hace un mes Parter anunció la venta de un tercio de sus participaciones a Grupo Industrial Riesgo, y Alcoa congeló un pago de dinero a las fábricas, doce millones que están ahora en un fideicomiso. Este desacuerdo entre la empresa vendedora y la recompradora está cocinando un pleito, y la solución óptima es que la operación de abril se revierta. Según el comité de empresa de Avilés. Domenech ha recibido ofertas para vender su parte en la compañía, y Corbacho considera que la intención de Alcoa es que las dos plantas cierren.

A mayores, las dos fábricas tienen problemas de suministro. En A Coruña "estamos teniendo dificultades para que entre la chatarra para el aluminio secundario" señala Corbacho, aunque se ha mantenido la producción tirando de stock. "Nos dicen que es un problema puntual" y hoy debería entrar nuevo producto. Mientras, la fábrica de Avilés dejó de producir tochos de aluminio el pasado domingo por falta de materia prima , que un proveedor no entregó por una factura traspapelada.