La crisis del coronavirus mostró por primera vez a muchos ciudadanos el rostro de una ciudad sin apenas tráfico (ni la contaminación que de él deriva), mientras que la necesidad de mantener la distancia social y la escasa demanda de vehículos presionaron para aumentar los espacios dedicados a caminantes y bicicletas. La mayoría de los grandes ayuntamientos gallegos, y las ciudades españolas del tamaño de A Coruña, han realizado peatonalizaciones temporales. En Oviedo se cerraron definitivamente al tráfico varias calles, y en municipios como Sabadell, Vitoria, L´Hospitalet o La Laguna, los Gobiernos locales estudian convertir las medidas en permanentes. Por otra parte, Gijón y Córdoba hicieron gratuito el bus.

Estas cuestiones también se plantearon en A Coruña, cuyo Gobierno local convirtió, como parte de las actuaciones de desescalada, a unas 200 calles en zonas 10 temporales, limitando la velocidad de los vehículos para facilitar el paseo y el deporte, y aumentó el espacio para los caminantes en los Cantones o el Paseo Marítimo.

Más allá de su carácter de emergencia, estas medidas van en la dirección de las demandas generalizadas de los partidos coruñeses. Los dos partidos con los que el Gobierno local firmó pactos al inicio de su mandato, Marea y BNG, se manifestaron a favor de favorecer a peatones y coches. Los nacionalistas le reclamaron, por ejemplo, sacarle carriles a los vehículos a motor en las avenidas, mientras que el edil de Marea Atlántica Xiao Varela pedía en el anterior pleno que la apertura para la ciudadanía de espacios del Puerto como el muelle de trasatlánticos.

En cuanto a Ciudadanos, el grupo reclamó ya el mes pasado peatonalizar zonas, como Linares Rivas o la situada entre el inicio de Rubine y el Orzán, mientras que los populares señalan que respalda la política de movilidad del Concello porque las medidas de calmado de tráfico coinciden "con lo que ya iba en el programa electoral del PP".

Más allá de la crisis, la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora para la mayoría de calles coruñesas fue aprobada ayer por la Junta de Gobierno Local. Pero este era un proyecto anterior a la crisis del Covid, así como la integración de A Coruña en la red Ciudades que Caminan, y en enero se proyectaba que estuviese para el primer trimestre del año. La alcaldesa Inés Rey y el edil de Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras y Movilidad, Juan Díaz Villoslada, señalaron este mes más medidas del plan de movilidad, como el aumento en 500 de las bicicletas de la red municipal.

Los Gobiernos locales de las demás ciudades gallegas realizaron también actuaciones de emergencia para favorecer la movilidad peatonal y el deporte. Las excepciones son Pontevedra, una ciudad ya muy peatonal antes de la crisis, y Ourense, cuyo Gobierno local prohibió utilizar las sendas fluviales para ir en bicicleta.

En Ferrol se optó este mes por cerrar calles al tráfico de manera "flexible"; esto es, en función de la demanda y afluencia de personas, para poder mantener las distancias de seguridad recomendadas. El BNG local reclama que sirva para avanzar hacia peatonalizaciones definitivas. En Santiago se ha restringido la circulación de vehículos en calles como Xeneral Pardiñas o Alfredo Brañas. La alcaldía valorará "su continuidad", pero no se ha tomado ninguna decisión.

Vigo cerró este mes 34 calles al tráfico durante la desescalada, si bien en domingos y festivos y hasta el 30 de junio. En Lugo se cerró al tráfico un carril de la emblemática Ronda de la Muralla, aunque no con carácter definitivo.

Fuera de Galicia, Oviedo prohibió este lunes el tráfico en tres calles del centro, para aumentar el espacio para los viandantes, mejorar la calidad de vida de los vecinos y potenciar la actividad económica del casco histórico. En las próximas semanas se cerrarán otras vías, con "carácter provisional" y para evaluar su impacto.

El municipio tinerfeño de San Cristóbal de la Laguna es otro caso en el que un Ayuntamiento utiliza la crisis como probeta para observar la idoneidad del cierre del tráfico. En su caso, peatonalizaron la semana pasada una de las calles del municipio, en un ejercicio de "urbanismo táctico": se prolongará durante el estado de alarma y se mantendrá en el caso de que funcione.

En el caso de Sabadell, con una población algo inferior a la de A Coruña, el Ayuntamiento cerró vías al tráfico rodado y convirtió otras calles en zonas de prioridad peatonal durante los fines de semana, cuando hay "mayor afluencia de gente"; la pacificación afecta al eje central de la ciudad. Se pintaron señales en el pavimento para recomendar a la ciudadanía que circule por el lado derecho. Las medidas derivan del estado de alarma y las circunstancias particulares del desconfinamiento, pero la alcaldesa afirmó que en un futuro "habrá que estudiar qué medidas aplicadas ahora deberán continuar".

En Terrassa, también con una población cercana a la coruñesa, se adelantó la peatonalización de un carril de circulación para vehículos en uno de los puentes de la ciudad, ya prevista, en el marco de la crisis del Covid. En L´Hospitalet, en el que también se prima circular por la acera derecha, el Ayuntamiento señala que si la experiencia de la peatonalización de emergencia es positiva, "se redactarán los proyectos oportunos" para ampliar aceras, pues la crisis "estimula a seguir adelante con este tipo de inversiones".

Otro ejemplo es el caso de Vitoria, que ensanchará aceras y carriles bici y no descarta que algunas actuaciones se conviertan en permanentes. En Elche, el Covid pude adelantar la peatonalización ya prevista de la zona de la Corredora y la Plaça de Baix de manera indirecta: en principio las obras iban a esperar a que pasasen las fiestas patronales de mediados de agosto, pero, ante las suspensiones de festejos por el Covid, el Ayuntamiento ahora se plantea hacerlo antes.

Autobús gratuito

El Ayuntamiento coruñés, al igual que otras ciudades, suspendió las zonas ORA debido a la alarma. En lo tocante al transporte público, que suscita temores entre muchos ciudadanos por la posibilidad de contagio, se tomaron medidas sanitarias en los buses y se repartieron mascarillas, además de reducir el servicio debido a la caída de la demanda.

En otras ciudades se impulsaron además iniciativas para fomentarlo. Así, en Gijón, ya desde el inicio del estado de alarma los viajes en los buses de la Empresa de Transportes Urbanos se convirtieron en gratuitos. Córdoba, por su parte, también decretó la gratuidad de los viajes en los vehículos de su empresa municipal de autobuses, Aucorsa. En ambos casos, la decisión ya se ha revertido al avanzar la desescalada. Barcelona, con un tamaño sustancialmente mayor que A Coruña, hizo gratuito todo su transporte público en la semana entre el 2 y el 9 de abril.