¿Cómo está viviendo la Lonja de A Coruña la situación económica generada por la pandemia?

En cuanto al precio del pescado hay sectores más afectados como puede ser el marisco y la bajura, que por el tipo de producto que tienen están muy especializados en clientes como los restaurantes, por lo que el cierre de estos canales de venta les ha dañado. Las flotas de litoral y de Gran Sol generan unas cantidades mayores de pescado y, debido al cierre de muchos de nuestros clientes como empresas turísticas, colegios, residencias y centros comerciales, también han bajado las ventas, por lo que los placeros y minoristas son los que nos han ayudado a mantenernos a lo largo de estos meses. Aunque la demanda se ha incrementado un poco por parte del consumidor final, vemos que nos sigue faltando una parte importante de nuestra clientela. Los precios de cotización son bajos y el sector está asumiendo pérdidas por lo que estamos esperando a ver si poco a poco se van incorporando los clientes que teníamos.

¿Se nota la situación económica en el tipo de pescado que se demanda en la lonja?

Sí, la demanda del pescado más fino y de más alta calidad ha bajado bastante por la falta de actividad de los restaurantes y grandes hoteles de todas partes de España. También en el pescado de un cierto tamaño y calidad que pescan las flotas de litoral y de altura, porque en época de crisis tampoco están los bolsillos para un dispendio, por lo que se suelen comprar merluza, rape o gallo de un tamaño no muy grande pero tampoco muy pequeño, que es lo que más se suele vender. Pero los barcos cuando van al mar a veces pescan más grande y a veces más pequeño, por lo que se busca un tamaño que en ocasiones cuesta encontrar y al final son más las pérdidas que los beneficios que se obtienen con una marea.

¿Teme que a pesar de la progresiva reapertura de la hostelería las ventas no sean suficientes para compensar las pérdidas que se han producido?

Creemos que poco a poco se van a ir reincorporando a la actividad más sectores, pero en unas condiciones muy limitadas y no tanto como creíamos, porque hay mucha hostelería que no le interesa abrir a un tercio o la mitad de su capacidad porque no le resulta rentable y creemos que eso va a durar más allá del 30 de junio. El turismo, que tiene una alta demanda en España, va a tenerlo muy complicado para que los aviones traigan viajeros, y ya no digo los hoteles y la restauración, por lo que esto nos va a hacer mella a partir de junio, que era cuando los extranjeros empezaban a venir a España. Hay un borrador de ayudas para la pesca a causa de las paradas temporales en el que se limitaban a la duración del estado de alarma o hasta el 30 de junio, cuando la Unión Europea permite que vayan del 1 de febrero al 31 de diciembre. Creemos que es aconsejable prolongarlas hasta esa última fecha y dar ayudas más directas a las empresas pesqueras, que pueden ser de hasta 120.000 euros, ya que nos ayudaría a solucionar un poco más esta situación para mantener la actividad.

¿Tendrá pérdidas la lonja de A Coruña este año o es pronto para decirlo?

Vamos a decir que habrá menos ingresos. Seguramente haya un descenso en el valor de las ventas porque así como estamos más o menos igual en las toneladas de pescado subastado, el valor de esos productos ha descendido y no solo en la lonja de A Coruña, sino en las de toda Galicia e incluso de España. Estamos viendo como hay gente que lleva dos o tres meses sin cobrar, incluso ni el ERTE, por lo que en situaciones delicadas uno se ajusta el cinturón y en una de las cosas que se hace es en la alimentación, en la que se incluye el pescado.

¿Cómo puede repercutir esta situación en los sectores que dependen de la actividad de la lonja coruñesa?

Muchos placeros y pescaderías decidieron cerrar por temor a la pandemia y el primer mes lo sufrimos todos con escasez de pescado y de compradores que poco a poco han ido reiniciando su actividad. La hostelería está regresando pero solo para la venta a domicilio y las terrazas en Galicia no es que haya muchas, por lo que estamos esperando a sectores como el catering de los colegios, las universidades o el turismo, por lo que aunque se vayan incorporando actividades, nosotros seguiremos el próximo mes a medio gas, ya que la actividad normal tardará un poco más en reactivarse.