Con tarta, platos de plástico y el parque como sala de fiestas. Así celebró un grupo de jóvenes la semana pasada el cumpleaños de uno de ellos, en una de las escalinatas que rodean los jardines de Vioño. Soplar las velas en compañía de los allegados ha sido uno de los placeres que ha quitado la pandemia y, con la flexibilización de las medidas en la fase 1, los amigos decidieron desquitarse, aunque sin arriesgar. Para evitar contagios, más probables en sitios cerrados que al aire libre, los jóvenes decidieron reunirse en la calle para compartir una charla, y planear, quizá, una futura celebración en las discotecas cuando finalice la desescalada.