Un aniversario invita al balance, y el que hace la Corporación de A Coruña del primer año de gestión socialista, con Inés Rey al frente del Gobierno municipal, está marcado por las diferencias conciliables. De un lado, el PSOE, en los últimos dos meses condicionado por políticas que han de hacer frente a las necesidades derivadas de la crisis sanitaria, explota el argumento del diálogo como herramienta positiva y eficaz para explicar parte de sus gestiones y decisiones, especialmente la aprobación del presupuesto de este año. De otro lado, la oposición critica sin hacer sangre, pero sí da tirones de orejas.

La declaración de A Coruña como ciudad 30, la erradicación del botellón de los jardines de Méndez Núñez, la campaña contra el estacionamiento en doble fila, la constitución de la Mesa pola Mobilidade o la gratuidad de las escuelas infantiles son algunas de las medallas que se cuelga el Ejecutivo local, aunque parte del mérito lo comparte con la actitud de la oposición para "alcanzar acuerdos". "La apuesta por el diálogo da sus frutos, y eso se puede comprobar con mociones, algunas presentadas por la oposición, que han recibido apoyo unánime en los plenos", destaca Rey. La alcaldesa resalta además la "apuesta" de su gobierno por el "refuerzo del bienestar social" y el "giro" en las políticas de movilidad. "Han salido adelante proyectos y reformas que estaban parados", añade.

Rey, que recuerda con "pasión y emoción" la jornada de las elecciones municipales en mayo de 2019, "encerrada en un despacho y sin poder saber el resultado hasta casi el final" por el duelo igualado que mantenía con el Partido Popular, evita reproches a los demás grupos de la Corporación: "Es mérito de la oposición también esta forma de hacer política constructiva y responsable basada en el diálogo y el consenso".

El PP aún recuerda que fue el partido más votado en las urnas hace un año y que el acuerdo de coalición que la candidata, Beatriz Mato, propuso a Inés Rey al día siguiente, fue rechazado en beneficio de una "apuesta con populistas y nacionalistas". Ahora Mato ya no es su portavoz, se retiró de la política al comienzo de este año, y el grupo advierte que sus propuestas, entre ellas algunas de recuperación urbanística, "empiezan a ser escuchadas". El PP es el más reacio a aplaudir la actitud dialogante del Gobierno socialista: "Presume de diálogo y transparencia, pero ocultó el presupuesto al partido mayoritario hasta justo antes de llevarlo al pleno". Y censura que el PSOE "vaya tirando" del proyecto de ciudad con el que, recalca, acudieron los populares a las elecciones.

Marea Atlántica, que perdió la Alcaldía hace un año, recuerda las elecciones de forma "agridulce" pero destaca, tras lamentar que mientras gobernaba recibió "ataques constantes de una oposición que solo hablaba el lenguaje del bloqueo", que el Gobierno local actual desarrolla ahora proyectos iniciados por Marea. Del otro lado, el grupo presume de ejercer "una oposición crítica pero constructiva, con propuestas que marcan el camino para implantar políticas de progreso". No es el único partido Marea en considerar que la labor del Gobierno socialista tiene más peso en unas pocas concejalías que dejan en la sombra a otras. "Vemos al Ejecutivo muy parado en muchas áreas, muy errático en el cumplimiento de los acuerdos que hicieron posible la investidura de Inés Rey", comenta su portavoz, María García, que demanda al Concello que ponga "recursos para la gente que necesita ayuda" en el estado actual de emergencia sanitaria.

También el BNG advierte "debilidades" en el Ejecutivo de Rey, con trabajo "que recae en pocos concejales", lo que, a juicio de su portavoz, Francisco Jorquera, se traduce en "lentitud a la hora de afrontar cambios". El grupo nacionalista se atribuye una labor de oposición "constructiva, que ofrece propuestas y diálogo" y aplaude el "esfuerzo" de la alcaldesa por "dialogar y crear un clima positivo en la Corporación". Jorquera, que resalta que el resultado de las municipales en A Coruña quedó determinado por el triunfo socialista en las elecciones generales del mes anterior, insta al Gobierno del PSOE a que "no dilate" el plan de choque anunciado para asumir las urgencias provocadas por la crisis del Covid-19. "Veo un Ejecutivo débil, con poca ambición transformadora", dice el nacionalista.

Mónica Martínez, edil de Ciudadanos, cree que el año transcurrido ha servido a su grupo para "demostrar que se puede trabajar por y para la ciudad desde una oposición constructiva". Destaca la portavoz su disposición a llegar a acuerdos "útiles" y el talante "dialogante" del Gobierno local, pero le exige "mayor grado de gestión y transparencia". "Lo que debería de ser una excepcionalidad se ha convertido en casi una norma porque entre otras cosas se siguen sin poner al día los grandes contratos de medioambiente y que en algunas áreas de gobierno el 99% de los contratos siguen caducados, en situación irregular", pone como ejemplo.