El presidente de la Asociación Galega de Xerontoloxía e Xeriatría, Miguel Ángel Vázquez, alerta de que hay que tener mucho cuidado con el lenguaje, que expresiones como "llevar a los abuelos al centro de día" o "dejarlos en la residencia" esconden una infantilización de las personas que afrontan la última etapa de su vida y que, con dignidad deben acabarla.

Las 40 plazas en centros de día y residencias para mayores de 64 años por cada mil habitantes de esa franja ¿son suficientes?

En España el promedio es de 4,1 por cada cien personas (41 por cada mil), si el porcentaje de A Coruña es menor, pues, obviamente, está por debajo de la media nacional. No hay un porcentaje idóneo, la OMS recomienda, teniendo en cuenta cuál es el resto de los servicios, 5 plazas por cada cien personas mayores de 65 años (50 por cada mil). En este punto hay que tener en cuenta otros servicios como centros de día o ayuda a domicilio. Las plazas residenciales no son el mejor recurso ni mucho menos, es uno más, y para necesidades muy concretas. Es también el recurso en apariencia más caro, aunque si se compara con la ayuda a domicilio, que sale a 12 euros por hora, multiplicado por doce horas, salen 144 euros, mientras que el coste promedio de una plaza de residencia en Galicia está en 52 euros para grandes dependientes. Un hotel de tres estrellas, en el que, a veces ni dan el desayuno, ya cobra más de 40 euros y en las residencias ayudan a vestirse a los mayores, a lavarlos, hay fisioterapia... Yo creo que la residencia es un recurso último para las personas que lo necesiten.

¿El mejor recurso es que puedan vivir en sus casas pero con ayuda?

Sí, aunque actualmente, la ayuda a domicilio aquí no supera los tres días a la semana y unas horas, que entre que les hacen de comer, les ayudan a vestirse y limpian los cristales, poco más pueden hacer. En los países nórdicos hay ayudas a domicilio que van desde una hora hasta las 24 horas. La ayuda a domicilio en España está muy distorsionada porque nació más como de acompañamiento, pero se ha desarrollado con un perfil mucho más doméstico y asistencial.

Estos datos del Observatorio tienen como objetivo fundamentar las políticas a medio y largo plazo, ¿habría que cambiar el modelo para primar la ayuda a domicilio sobre estos centros de día y residenciales?

Si ahora mismo en A Coruña hay lista de espera para entrar en estos servicios y el promedio de la estancia supera los 2.000 euros y la pensión promedio no llega a esas cifras, veremos que hay una escasez notable de plazas en A Coruña. En Galicia estamos por debajo de la media del Estado, las provincias de A Coruña y Pontevedra están a la cola en plazas residenciales. Estamos por debajo del promedio de España que ya está por debajo del de la OMS. No vamos holgados de plazas residenciales y, menos aún, de plazas públicas. Las privadas son muy caras y las familias no tienen capacidad para acceder a ellas pero tampoco tienen una situación tan dura como para acceder a plazas públicas. Por eso muchos mayores malviven con cuidados de personas no profesionales.

Pero es lo que se pueden permitir actualmente, en algunos casos, pueden ir al centro de día unas horas, pero poco más.

Las Comunidades Autónomas de Extremadura y Galicia tienen las pensiones de media más bajas de España. Su capacidad de compra de productos privados es muy baja. Es por ello por lo que optan por servicios domésticos que, muchas veces, a pesar de la buena intención que tengan, hacen más mal que bien. Si un mayor puede comer solo aunque sea con dificultad, si se le da de comer, probablemente, baje el brazo y nunca más lo vuelva a levantar. Y también digo que a los profesionales les falta mucha formación, pero siempre saben más que los que no lo son. Hay que fomentar la formación. Según los datos de un informe del CSIC habría que crear unas 33 residencias de 150 plazas en A Coruña y Pontevedra para acercarnos a la media nacional. Eso supondría una inversión de unos 400 millones de euros y dudo mucho que el sector público tenga la capacidad para afrontar ese pago. No es razonable ni posible que todas las plazas sean públicas, hay que contar con el sector privado para coinvertir.

Los mayores sufrieron el coronavirus y muchos murieron en las residencias en las que habían ingresado, ¿por qué tantos fallecidos en este sector?

Si se han muerto más de 20.000 personas en residencias no lo hemos hecho bien. Hay más muertos en residencias en Madrid que en toda Italia. No lo hicimos bien por miedo y pánico. Hubo un momento de caos en Madrid y Barcelona cuando no había equipamientos. En el resto de comunidades, se vaciaron los hospitales, se anularon citas para dar cabida a las personas contagiadas. Los mayores con Covid se quedaron en las residencias y los que tenían otras dependencias no eran atendidos. La respuesta que se les dio fue que no tenían derecho ni al oxígeno ni al suero porque no tienen una enfermera que se lo pusiese... La decisión fue sedarlos. Gran parte de los mayores que murieron en España en residencias lo hicieron por falta de atención hospitalaria. No es un problema de modelo de residencias, es un problema de modelo de sociedad, que dio la espalda a sus mayores.