Los bateeiros y percebeiros de Galicia son conscientes de que solo el acuerdo entre ambos colectivos puede permitir, además de una convivencia pacífica y ordenada, una extracción de mejilla en la zona litoral de esta Comunidad Autónoma que sea rentable y sostenible para ambos. Al objeto de que ese acuerdo fructifique, alguien tiene que velar decisivamente por su cumplimiento. Y aquí juega un papel fundamental la Consellería do Mar que, hasta el momento, ha sobrevolado el problema como si este fuera una cuestión que no le compete cuando, en realidad, ha de ser la administración gallega la que disponga lo necesario para el cumplimiento de las normas que los propios afectados se han dado en la reunión que el pasado viernes han celebrado conjuntamente las tres partes. Un acuerdo por el que los bateeiros dispondrán de 1.550 kilómetros de costa para extraer la mejilla necesaria para sus bateas, reservándose para los percebeiros y su actividad extractiva los otros 50 kilómetros restantes de la franja rocosa de la costa que es donde el percebe alcanza su plenitud y logra la mayor rentabilidad económica para el colectivo de trabajadores que fijan sus objetivos en los roquedales de O Roncudo, Mera, Torre de Hércules, franjas de la Costa da Vela y Aguiño, y Laxe. Estos son los lugares que quieren preservar a la rasqueta de los bateeiros por cuanto esta deja lisa la superficie de las rocas y en las que la cría del percebe tarda muchos en arraigar de nuevo. Son los lugares en los que la Consellería debe ejercer el máximo control. Los propios percebeiros se han ofrecido a guiar a los bateeiros a las zonas en las que la mejilla tiene una fácil extracción y que esta no cause daño al percebe. Se han dado un mes, el de junio, para compatibilizar respetuosamente el trabajo de ambos colectivos, conscientes de que no todos los bateeiros necesitan la mejilla y que, de ser preciso, la recogida de la cría de mejillón podría ampliarse hasta el mes de julio, inclusive. Esto se va a decidir en una nueva reunión conjunta a celebrar a finales de junio. Los bateeiros se quejan de la escasez de mejilla este año, posible motivo de los frecuentes desencuentros con los percebeiros. Pero estos se quejan asimismo de la actuación de los bateeiros que no han respetado sus zonas habituales de trabajo ni tampoco han discriminado la cría del percebe de la del mejillón. La prueba está en varias zonas de la costa de Laxe, que "han arrasado" y que los trabajadores del percebe quieren preservar. En concreto, dos piedras que pueden ser básicas para salvar la campaña de este año. Las exigencias por los mercados de una mayor producción mejillonera obliga a los bateeiros a sembrar más mejilla, motivo por el que la Consellería do Mar ha autorizado a los bateeiros a ampliar el número de cuerdas utilizados en los artefactos a flote. Con medidas como estas, los percebeiros consideran que sus condiciones para demandar la preservación de las costas de O Roncudo, Torre de Hércules, Mera, Costa da Vela, Aguiño y Laxe no son, ni mucho menos disparatadas y que están encaminadas a la explotación en concordia y sin perjuicios para nadie de la franja litoral de Galicia.