La crisis del coronavirus ha dejado a sus espaldas un sinfín de negocios cerrados. Ante la incertidumbre de los tiempos venideros y tras hacer infinitos números, son muchos los autónomos o pequeños empresarios que han optado por echar el cierre definitivamente. Se cuentan, también, por cientos, los proyectos a los que el confinamiento encontró a punto de ver la luz y que tendrán que quedarse en el cajón a la espera de tiempos mejores.

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Ante un panorama cuanto menos, desolador, con un mes de abril que no llegó a los 1.000 nuevos autónomos y con 3.000 trabajadores por cuenta propia menos desde que empezó la pandemia, hay algunos coruñeses que desafían la tendencia y optan por hacer frente a agoreros y malas previsiones. Pese a que es, para todos, inevitable, verse asaltados por las inseguridades de una crisis en ciernes, la ilusión de empezar de cero pesa más que las dudas.

La originalidad y frescura de las propuestas son la gran fortaleza de algunos de ellos, como en el caso del cantautor Alejandro Roura, "padre" de un disco de canciones-cuento de temática surrealista que no podía esperar más para ver la luz. También para Adrián Hermida, propietario del jovencísimo Cruel Cocktail Bar, que abrió sus puertas hace unos días con una propuesta estética cuanto menos rompedora.

Para otros, la oportunidad es la clave: la panadería Miolo de Pan llega en un momento en el que el producto de calidad y artesano está más en boga que nunca. Aloumiño Psicoloxía lo hace para dar respuesta a todos aquellos, niños y mayores, para los que el cuidado de la salud mental se ha convertido en una prioridad en estos tiempos raros.

El proyecto de organización de espacios de Martina López, y los materiales educativos imprimibles para niños de corta edad elaborados por Emilia Lareo, nacen para insuflar aires nuevos a las necesidades cotidianas. Seis valientes que arriesgan a emprender en tiempos de Covid.