La única concejala de Ciudadanos en la corporación coruñesa, Mónica Martínez, anunció ayer que se daba de baja como militante en el partido, aunque sin renunciar al acta. Fuentes de la agrupación gallega de la formación, sin embargo, señalaban ayer que le solicitarán que deje su puesto como edil "por coherencia y respeto a los principios éticos y en coherencia con la carta ética que firmó".

Martínez, que no quiso ayer hacer declaraciones a este diario, expresó su baja en un comunicado a los medios en los que no aclaraba los motivos para abandonar Ciudadanos, más allá de que considera que es el "momento para "recuperar su independencia política".

Pese a cortar lazos de pertenencia con la formación naranja, expresa su deseo de mantener una "relación fluida" con el partido al que perteneció y seguir desempeñando su cargo "por y para la ciudad", pero, a partir de ahora, "desde el grupo mixto".

Sin embargo, esto podría chocar con el artículo 73 de la Ley de Bases del Régimen Local, que establece que aquellos concejales que "no se integren en el grupo político que constituya la formación electoral por la que fueron elegidos o que abandonen su grupo de procedencia" tendrán la consideración de "miembros no adscritos" y no pueden formar parte de un grupo político. Además, esto establece restricciones sobre sus derechos económicos y políticos, que no podrán ser superiores a los que tenía de haber permanecido en Cs.

En el caso de que Martínez renunciase al acta, el puesto de concejal pasaría al segundo nombre de la candidatura de Ciudadanos en las elecciones municipales de 2019, esto es, el abogado Miguel Pardo de Vera Moreno.

En su comunicado a los medios, Mónica Martínez señaló que, como "independiente", mantendrá su "línea de diálogo" con el Gobierno local, como "he venido haciendo desde el inicio". Pese a que Ciudadanos no firmó pactos de gobierno para investir al PSOE, como sí hicieron BNG y Marea, Martínez ha respaldado acuerdos como el presupuesto municipal de este año, en el que el Gobierno local incluyó parte de las aportaciones que presentó a las cuentas.

La edil recuerda, precisamente, que espera que "estos acuerdos culminen con éxito", y señala que su labor de oposición ha sido "siempre constructiva", aunque extendía su pretensión de diálogo a "todos los grupos".

La colaboración de Martínez ha sido reconocida por miembros del Gobierno local, y el concejal de Hacienda, José Manuel Lage, se la reconoció directamente en un pleno municipal.

Algunos miembros de la corporación señalaban ayer que "no les extrañaría" que Mónica Martínez se integrase en el propio equipo de Gobierno local, atendiendo a que ha defendido posturas muy cercanas a las de los socialistas durante las últimas semanas.

Mónica Martínez, licenciada en Filología Inglesa, no había ocupado ningún puesto político antes de ser elegida concejala el año pasado por la formación naranja, y su experiencia laboral transcurrió en el mundo de la comunicación, tanto en medios como en comunicación corporativa. Actualmente su dedicación al Ayuntamiento es parcial, al 75%, lo que implica una jornada de seis horas laborables.

Además de la participación en comisiones municipales, forma parte del consejo de administración de la EDAR de Bens y del Consorcio para la Promoción de la Música.