Los trabajadores de Amartya, que gestiona el servicio de actividades deportivas de la concejalía de Deportes denuncian su situación después de que la empresa les comunicase el pasado 25 de mayo el cese de la actividad y la suspensión del contrato.

La plantilla explica que se le ha propuesto varias medidas, como iniciar un ERTE o la aceptación de nuevas condiciones laborales con modificaciones sustanciales del contrato y del servicio a realizar, como son los campamentos de verano. Esto, destacan, contradice lo acordado por el Ayuntamiento y el resto de grupos municipales, que el pasado 12 de marzo decidieron mantener las prestaciones derivadas de los contratos públicos durante la crisis sanitaria.

El Concello explica que el contrato con Amartya finaliza el 30 de junio, pues en verano no se llevan a cabo las actividades deportivas que gestionan, por lo que se seguirá pagando hasta ese momento. Fuentes municipales aseguran que existe un "compromiso con la empresa de no suspender los contratos y seguir ejecutando los pagos".

Los trabajadores, de momento, no han aceptado ninguna de las opciones que se les ha propuesto, a la espera de reunirse con representantes de algunos grupos municipales y trasladar sus preocupaciones al pleno, ya que entienden que si cesa su actividad, el Concello estaría incumpliendo el acuerdo firmado en marzo por el que se comprometió a no hacer ERTE ni suspender pagos de empresas municipales.

"A día de hoy, no sabemos si estamos en ERTE, de vacaciones o debemos estar teletrabajando", expone uno de los delegados sindicales, Alberto Ferreiro.

La plantilla explica que la decisión de no continuar con la actividad se debe a que "el deporte no es una actividad esencial en estos momentos, lo que sin duda contraviene todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Además una parte importante de todo el teletrabajo, que se está haciendo desde el comienzo del confinamiento, ha ido en la línea de preparar desescaladas y vueltas a la actividad deportiva de usuarios, recomendaciones, métodos y programas de trabajo".

Amartya cuenta actualmente con 34 trabajadores, que rechazan la decisión "por innecesaria e injustificada", pero solo 16, que son los que cuentan con un contrato indefinido, han recibido la propuesta de unirse a los campamentos de verano organizados por el Concello para continuar trabajando durante ese periodo.

Al no estar de acuerdo, explican, se analizó el tema con la representación sindical (CIG) para incorporar a la propuesta cláusulas de salvaguarda con el fin de exigir que se les vuelva a contratar cuando se normalice la situación.

La plantilla recuerda, además, que la empresa está en estos momentos "fuera de contrato", que acabó en diciembre, y con "facturas mensuales". El Concello asegura que se elaborarán los nuevos pliegos para volver a licitarla.