La pandemia del coronavirus, que tantas cosas paró, interrumpió o anuló, vació durante más de dos meses aquellos lugares públicos en los que los jóvenes solían esconderse para celebrar botellón, contra el que el Concello inició hace meses una campaña de erradicación, tanto en los jardines de Méndez Núñez como en cualquier otra parte. Pero la salida al exterior ha recuperado el consumo de alcohol en algún lugar escondido, como en las rocas de la playa del Matadero, bajo la finca de los Mariño. Estos días se acumulan allí decenas de latas vacías de cerveza, bolsas de plástico y botellas de refrescos que quienes beben no recogen.