La fase 3 de la desescalada hacia la recuperación de la actividad normal en sectores y servicios permite reabrir las discotecas y los bares nocturnos, según publicó el Boletín Oficial del Estado el sábado, pero impone dos importantes limitaciones: la reducción del aforo a un tercio del total y la prohibición de bailar. Con estas restricciones, los establecimientos de la ciudad no van a abrir sus puertas al menos el primer fin de semana de la fase 3. Baile y copas aún tendrán que esperar.

"Que tengas una pista de baile y no puedas bailar es una incongruencia; es como si tienes una piscina y a la gente no la dejas bañarse". Con esta comparación rechaza Luis Diz, gerente de locales de ocio nocturno como Inn, Dux, Mydux, Amura, Brit, Pelícano, Playa y Moon, la reapertura con límites. La disposición publicada en el BOE señala que "cuando existiera en el local un espacio destinado a pista de baile o similar, el mismo podrá ser utilizado para instalar mesas o agrupaciones de mesas, no pudiendo dedicarse dicho espacio a su uso habitual", una alternativa que tampoco convence al responsable de algunos de los principales pubs y discotecas de la ciudad.

"Optar por esa medida no tiene sentido. Supone hacer una inversión en mesas y sofás que en dos o tres semanas ya no vas a utilizar. Económicamente no es rentable", explica Diz. La instrucción permite con ese matiz la habilitación de espacios reservados para el baile, pero cubiertos con mobiliario. "¿Un espacio VIP solo para bailar? Si divides el local en reservados, la discoteca pierde su esencia", justifica el empresario.

La limitación de aforo no es la deseada por el sector. La pasada semana, en conversaciones con los ministerios de Sanidad y de Turismo, solicitó poder abrir los locales al 66% de su capacidad, un porcentaje "suficiente" para comprobar si en sucesivas fechas podría abrir con la totalidad del aforo. La petición fue denegada.

Ante esta situación, con límites impuestos, en A Coruña no abrirán hoy ni durante el próximo fin de semana los locales gestionados por Diz, parte de ellos ubicados en el complejo Los Cantones Village. Pero a partir de hoy mismo los empresarios estudiarán si sería posible hacerlo a partir del fin de semana siguiente, el segundo de la tercera fase de la desescalada. "Hay que analizar la rentabilidad, pero sobre todo la operatividad y las condiciones de seguridad. No se trata solo de dinamizar el sector, sino de ganar credibilidad y volver a despertar el interés de nuestros clientes", expone Luis Diz.

El Gobierno central se regirá por el principio de precaución, con distancias de seguridad de dos metros y, si no es posible, el uso de mascarillas, para permitir de nuevo la actividad en las discotecas. Este aspecto será muy tenido en cuenta por los responsables de los locales, según señala Diz: "La exigencia de mascarilla es absoluta: sí o sí. La pandemia nos ha cogido a todos en fuera de juego y no podemos tomarnos la salud a la ligera, o sería un escándalo. Tenemos que ser completamente estrictos o, de lo contrario, incurriríamos en un delito contra la salud pública".

Con estos argumentos, Diz asegura que los clientes que entren en sus establecimientos tendrán que utilizar "rigurosamente" la mascarilla de protección cuando no consuman, dado que en el interior de un establecimiento es obligatorio llevarla puesta. Añade que el personal de los locales controlará este requisito, así como el aforo en cada uno, también registrado a través de sistemas para contar el acceso de los clientes. "No hay otra solución hasta que Sanidad nos dé las garantías de total tranquilidad para salir a tomar una copa", concluye.

En una situación parecida a la de las discotecas están los pubs de otras zonas de ocio nocturno de la ciudad, como el Orzán. La semana pasada, consultados por este periódico, algunos empresarios transmitían sus dudas y recelos, sobre todo por la limitación de tener que reducir el aforo tras más de tres meses sin actividad.