La piscina, la sala de fitness, la sauna, el gimnasio, los spa. Todo estaba ayer a punto en el polideportivo de San Diego para recibir a sus socios en el primer día del retorno a la normalidad (o lo más parecido a ella, de momento). A las diez de la mañana abrió el complejo deportivo, el primero en hacerlo en la ciudad después de la Casa del Agua. "Ha sido un día dinámico, aunque con un 60 o 70% menos de usuarios que en un día normal", calculaba a las nueve de la noche Luis Calleja, director de operaciones en España de la concesionaria de las instalaciones, la empresa Supera.

Él mismo, además de los empleados, pudo comprobar que en este primer día de regreso los usuarios han sido cautos, a veces si cabe "de más" y que prácticamente no hubo que dar a ninguno indicaciones sobre cómo comportarse o por dónde moverse, a lo sumo pedir a alguien que caminase por la derecha y no por la izquierda para evitar juntarse con más gente. "Muy buen comportamiento. Alguno usó la mascarilla en la bicicleta del gimnasio o haciendo deporte y hubo que recomendarle que no lo hiciera porque no es conveniente usarla durante la actividad física, solo hay que llevarla en las zonas comunes", cuenta Calleja.

En los accesos hubo control de aforo mediante tornos y los trabajadores vigilaron en todo momento la afluencia de socios en caso de que hubiera que impedir temporalmente la entrada. Porque aunque el polideportivo ofreció todos sus servicios, lo hizo al 50% de la capacidad, de acuerdo con las indicaciones de las autoridades sanitarias.

Por ahora San Diego abrirá de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 22.00 horas, con el descanso entre turnos para limpiar y desinfectar las instalaciones. En función de la demanda ampliará los horarios. "Avisamos un día antes de que reabríamos, ya que desde el viernes empezamos a limpiar. Hemos visto que el primer día ha venido gente de todas las edades, aunque creemos que seguramente quien más se resienta sea la gente mayor", piensa el responsable de la concesionaria, que también gestiona en la ciudad el campo de golf junto a la Torre de Hércules, abierto este lunes. A lo largo de esta semana reabrirán otras instalaciones gestionadas por Supera en el país.

La evolución de esa demanda determinará además la reincorporación de la plantilla, pues ayer no todos los empleados, acogidos a un ERTE desde el mes de abril, volvieron al trabajo en San Diego. Durante el verano, según Calleja, se advertirá cómo es el uso de las instalaciones municipales para recuperar a todo el personal probablemente en septiembre, a medida que también aumente el horario de uso.

Club del Mar

El uso del gimnasio en otros recintos como las sociedades deportivas se permitió ya al comienzo de la fase 2 de la desescalada, aunque con cita previa y en turnos de pocas horas a lo largo del día, generalmente al comienzo de la mañana y de la tarde. En el Club del Mar de San Amaro, por ejemplo, hasta esta semana no se ha podido utilizar el gimnasio sin interrupciones, solamente las necesarias para limpiar y desinfectar la instalación entre los turnos de acuerdo con las indicaciones sanitarias.

"Salvo los días en que hizo sol y mucho calor, los socios están siendo cautos para volver a usar los servicios del club. Entonces hubo mucha gente en las tumbonas y en la piscina exterior, siempre respetando las distancias, pero ahora está viniendo poca gente", comentaba ayer Marián Ferreiro, presidenta del Club del Mar.