La tienda de deportes Rolling ya tiene sus puertas abiertas, pero los clientes todavía no se dejan ver. "No hay deporte y tampoco se sabe cuándo se retomarán todas las competiciones, así que estamos un poco parados", reconoce la propietaria Lola Ben. Asegura que es una persona "muy activa y sociable", por lo que necesitaba estar ya detrás del mostrador tras dos meses de parón. "Siempre estoy haciendo algo y tengo mucho contacto con el deporte. Por lo menos estoy aquí", apunta. Ha colocado en su establecimiento mamparas y vinilos adhesivos para indicar por donde se puede circular, aunque le preocupa el ritmo del barrio, todavía lento._"De momento no se ve mucho movimiento por la zona. Sobre todo por las tardes. Es entendible porque la economía se ha quedado muy tocada", argumenta.