"Los que nos dedicamos a las celebraciones, tenemos muy pocas cosas que celebrar este año", cuenta Begoña Peñamaría, la propietaria de la tienda de novias de la calle Real. La diseñadora coruñesa lleva más de 25 años al frente de su negocio, y asegura que nunca jamás, a lo largo de toda la historia del establecimiento, había atravesado una situación tan complicada como la actual. "La tienda arrancó con mucho éxito, y nunca había estado cerrada más de dos días seguidos. Ahora lo hemos hecho durante dos meses y medio. Los gastos siguieron corriendo, y tuvimos que atender a muchas novias nerviosas que no sabían qué iba a pasar. El 80% han aplazado sus bodas para 2021", explica.

Dadas las circunstancias, muchos negocios relacionados con las ceremonias han acordado cobrar por adelantado a aquellas personas que han pospuesto bodas y comuniones, pero en Begoña Peñamaría han preferido no hacerlo.

"Estos son momentos difíciles para todos, así que creo que lo más justo es que los vestidos terminen de pagarse en el momento de la entrega", comenta. Sin embargo, la tienda tiene que mantenerse a flote durante lo que queda de año, y para ello la diseñadora ha optado por reinventarse y ampliar la oferta de su taller: "Llevaba muchos años queriendo salirme de la novia y de la fiesta, que es mi especialidad desde 1995, pero nunca había tenido tiempo hasta ahora".

Mascarillas, bolsos artesanales y una línea propia de lencería son las novedades que ofrece ahora el taller, y las tres giran en torno a la misma idea: la personalización: "Además de un buen gusto y un buen hacer, queremos que el comprador pueda ponerse lo que él quiera, y no solo lo que se le ofrezca. Creo que eso es lo que más se demanda ahora mismo".

De esta forma, las clientas podrán escoger los modelos, los colores y las texturas de las prendas de lencería, que próximamente se venderán en su propia página online y que hasta ahora han sido todo un éxito entre las novias, según la diseñadora, así como seleccionar las correas y los estampados de los bolsos. "Son proyectos muy bonitos, que están gustando mucho y que nos permiten tener un pie apoyado para seguir generando recursos durante estos meses", afirma.

Los clientes también podrán decidir el estilo y diseño de las mascarillas, que es lo que más se demanda en los tiempos del Covid. "Hay muchas empresas que buscan fortalecer su imagen corporativa a través de ellas, sobre todo las relacionadas con la hostelería. Nosotros confeccionamos mascarillas de calidad, con tres capas de tela y filtros protectores homologados de 60 horas de uso", detalla la creadora coruñesa.

El taller de Begoña Peñamaría forma parte de Artesanía de Galicia, el distintivo que ofrece la Xunta a aquellos que cuya labor es 100% artesanal, y la diseñadora reivindica la necesidad de que las personas aboguen por el comercio autóctono. "Todo lo que nosotros hacemos y confeccionamos se crea aquí, en Galicia, y después de esta crisis sanitaria es de vital importancia comprar todo aquello que pertenece a nuestra tierra para salir adelante como comunidad y como país", declara.

La historia del establecimiento de Peñamaría es la misma que comparten miles de negocios que se dedican al sector del ocio y las celebraciones, y que actualmente atraviesan una crisis sin precedentes. "El Covid ha hecho daño a mucha gente, ha afectado a la salud de las personas, y ha hecho sufrir a las familias, pero ahora también está ocasionando daños económicos a todas las empresas de este ámbito. No nos queda otra que aguantar y reinventarnos", concluye.