El fútbol regresa a Riazor, pero le tocará convivir con gradas vacías, con el distanciamiento social y con el deportivismo buscando nuevas formas de acompañar a su equipo. La masa social blanquiazul tendrá que conjugar el acto social de seguir el juego en compañía con las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias y el Concello quiere evitar aglomeraciones en el entorno de Riazor tanto a la llegada del equipo como durante el partido. No está previsto que se despliegue un dispositivo especial de tráfico ni cortes de calles porque no se espera que haya en los aledaños esas más de 20.000 personas que antes de marzo estaban acudiendo a los partidos de la remontada, pero sí se podrán ver efectivos policiales en los locales de hostelería cercanos al estadio para controlar que se respetan los aforos impuestos en la fase 3 de la desescalada, que es la que regirá el próximo domingo.

El Dépor-Sporting estaba llamado a ser uno de los partidos de la temporada en A Coruña con miles de aficionados rojiblancos en las gradas e ingresos extra para la hostelería coruñesa. Ningún seguidor asturiano podrá finalmente viajar hasta la ciudad por la imposibilidad de entrar en el estadio y de transitar entre comunidades autónomas. Aun así, la Comisión Nacional Antioviolencia, dependiente del Ministerio del Interior, ha decidido declarar el partido de alto riesgo, el único para el que se adoptó esta medida junto al Sevilla-Betis disputado en el día de ayer.

Tanto el Deportivo como las fuerzas del orden de A Coruña perfilan un nuevo operativo para el que hoy tendrá una reunión el jefe de seguridad del club con responsables de la Policía Nacional con la idea de articular este regreso a Riazor en el que cambiarán muchas rutinas. No habrá recibimiento multitudinario al equipo. De hecho, los pupilos de Fernando Vázquez no pisarán la calle al bajar del bus ni accederán al recinto por la tradicional puerta cero. El autocar que transportará a los convocados desde el hotel de concentración entrará directamente al triángulo que dejan entre sí el estadio en la parte baja de la grada de Pabellón, el palacio de los Deportes y el frontón, donde se ubica casi siempre el vehículo que traslada al conjunto visitante.

Lo que sí se mantendrá es el hábito de despejar la explanada del Palacio de los Deportes para habilitar zona de aparcamiento para las pocas personas que están autorizadas a acudir al duelo en directo dentro del estadio, muchos de ellos directivos o responsables del propio club. Fueron solicitadas unas 20 o 30 plazas por protocolo y logística, pero se despejará toda la zona, tal y como se hacía habitualmente.

El primero de seis duelos

Este Dépor-Sporting, el primero de los seis duelos que espera disputar el conjunto coruñés en su casa antes de que finalice la Liga a mediados de julio, pondrá a prueba una nueva manera de organizar en un contexto excepcional el que hasta ahora era el gran espectáculo masivo de la ciudad.