¿Ha llegado a ponerse en marcha la reorganización del Ejército prevista antes de la pandemia?

La crisis que estamos atravesando todavía ha afectado a todos los procesos y los ha ralentizado, pero está en marcha y de hecho hace unos días se publicó un Real Decreto sobre estructura básica de las Fuerzas Armadas y hoy [por ayer] ha salido en el Boletín Oficial de las Fuerzas Armadas una disposición al efecto que es el primer paso para continuar con las disposiciones relativas a cada uno de los ejércitos, que están en proceso de tramitación y que se espera que estén publicadas antes o después del verano.

¿En qué va a consistir esta reorganización?

El Ejército lanzó hace tres años un proyecto de revisión de la Fuerza del Ejército de Tierra que se llama Fuerza 2035. Es un proyecto ambicioso que busca enfrentar en las mejores condiciones posibles las amenazas y los desafíos previsibles en el entorno operativo del año 2035. Es la primera vez que se acomete un proyecto a tan largo plazo y abarca aspectos organizativos, conceptuales, tecnológicos y de equipamiento, intentando prever ese futuro y, sobre todo, cómo prepararnos para él. Esto va a llevar a una reorganización de la Fuerza del Ejército que va a buscar un diseño de su estructura que facilite la generación de las capacidades operativas que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa le solicite al Ejército. Hoy cada uno de los ejércitos no combate cada uno por su cuenta, sino que todas las operaciones que se prevén son de tipo conjunto y las dirigirá el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, quien pedirá capacidades a los ejércitos para diseñar la fuerza conjunta que sea necesaria para actuar en un momento dado. Y de hecho así ha sido durante la pandemia con la operación Balmis.

¿En este escenario la Fuerza Logística Operativa no tiene sentido o debe transformarse?

Tiene sentido y se transforma. La Fuerza Logística Operativa entra en un proceso de transformación en el cual pasará a depender de la Fuerza Terrestre, que está en Sevilla, pero manteniéndose en su actual localización en A Coruña y con sus actuales funciones de apoyo logístico a las misiones que tenemos en el exterior y manteniendo también la representación institucional de las Fuerzas Armadas en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Castilla y León, Cantabria y País Vasco. Y posiblemente asuma alguna función más de apoyo a la maniobra.

¿Va a haber algún cambio en cuanto a personal?

Básicamente no va a haber cambios. El principal activo del Ejército ha sido, es y será su personal. Su preparación, motivación y valores son lo que realmente marca la diferencia. Pero lo que es cierto es que es también un recurso crítico porque las Fuerzas Armadas tienen el personal que tienen y no se prevén grandes incrementos. Uno de los requisitos básicos de esta reorganización es que tenemos que hacerla con el personal que tiene disponible el Ejército, con lo que los números en los cuarteles generales no van a cambiar mucho. Aquí vamos a mantener básicamente la estructura que tenemos y la entidad del cuartel general no va a modificarse sustancialmente en cuanto a personal.

¿Va a haber cambios en cuanto a las misiones que deberá desempeñar?

Va a mantener las que tiene y quizás alguna más porque puede que aumente el número de unidades que dependan de este cuartel general, pero básicamente van a ser las mismas y alguna labor quizás más relacionada con planeamiento y preparación, pero con el personal que tenemos, por lo cual tendremos que reorganizarnos y ser más eficientes. Le va a pasar a más cuarteles generales, pero todos somos conscientes de que habrá que estudiar una buena distribución de cometidos para evitar la duplicación de tareas.

¿Y qué pasará con las instalaciones militares existentes en Galicia? ¿Alguna dejará de usarse?

No, se van a mantener porque desde el punto de vista de la Fuerza la Brigada Galicia VII va a seguir en Pontevedra. Las brigadas se acabarán reorganizando cuando se complete el diseño de la Fuerza 2035, ya que estamos trabajando con una brigada experimental en Almería que será la que permita hacer el diseño de una brigada orientada a ese futuro entorno operativo. El cuartel general de A Coruña va a seguir necesitando las dos instalaciones que ocupa actualmente, que son el Palacio de Capitanía y el cuartel de Atocha.

De Atocha se suele decir que está infrautilizado, que es enorme para el uso que le da el Ejército.

Siempre cabe más gente en cualquier sitio, pero no está infrautilizado. De hecho no solo lo utiliza el cuartel general de la Fuerza Logística Operativa, sino que también está la Comandancia de Obras, el Patronato de Huérfanos y una residencia. En el futuro podría acoger alguno de los elementos que las Fuerzas Armadas tienen en A Coruña.

¿Cree que la participación en la lucha contra la pandemia hace más visible la labor del Ejército?

Desde luego. El Ejército está al servicio de la ciudadanía y es uno de los garantes de la seguridad y de nuestros derechos y libertades. Pero es verdad que fundamentalmente se dedica a la defensa militar. Desde hace treinta años estamos implicados en las misiones en el exterior, pero cuando el Ejército es más visible en un conflicto armado, al que nadie quiere llegar. La operación Balmis ha hecho que la labor del Ejército haya sido mucho más patente, ya que ha tenido la oportunidad de demostrar día a día el apoyo a los ciudadanos, que son los que tienen que valorar si ha sido útil, aunque para los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas ha sido un honor tener esta oportunidad de prestar este servicio tan directo y aliviar esta situación.

¿Ha supuesto un reto para el Ejército adaptarse a las nuevas exigencias sanitarias?

Por supuesto, porque como todos hemos tenido que adoptar todas las medidas sociosanitarias que se han ido dictando, empezando por reducir la presencia en los centros de trabajo, para lo que ha habido que utilizar mucho el teletrabajo. Teníamos muchas cosas preparadas pero, como suele suceder, estaban pensadas para otras circunstancias y ahora las hemos puesto a prueba. Se ha podido trabajar y hemos visto que hay margen de mejora y se va a avanzar en ese sentido.