Antonio Leonardo Pastor es director del colegio Curros Enríquez, y también presidente de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de A Coruña. Considera que los resultados educativos de estos meses de confinamiento han sido "buenos", dadas las circunstancias, pero advierte de que el profesorado está viviendo momentos de gran "incertidumbre" y demanda tanto "medidas concretas" para garantizar la seguridad de los alumnos ante la vuelta a las aulas como instrucciones claras para encarar el curso que viene, en el que, advierte, habrá que avanzar materia y no solo hacer actividades de refuerzo, como en estos meses. Desde el punto de vista educativo, afirma, lo mejor sería educación presencial y la asistencia de los niños a las aulas. En cuanto a las medidas propuestas por el Ministerio de Educación para facilitar, señala que la ratio de 20 alumnos por clase sería difícil, por problemas de espacio, en "bastantes" colegios coruñeses. También prevé que resulte complicada la interacción de los niños pequeños en las aulas.

Después de acabar el curso tras pasar varios meses de confinamiento, ¿cuál es su evaluación de la experiencia?

La vida en los colegios se ha llevado de manera totalmente irregular. Pero no diría que ha sido caótica, porque la organización ha resultado dadas las circunstancias, y los resultados han sido buenos. Una de las cosas que más nos preocupaba era que hubiera brecha digital, y yo creo que no la va a haber. Creo que los alumnos no van a quedar marcados por este tercer trimestre y que no va a ser significativo. De cara al curso que viene hay una gran incertidumbre y no tenemos noticias de cómo va a ser. Se están sacando comunicados, con cuestiones como las futuras ratios, de alumnos por clase pero la cosa no está muy clara. Vivimos momentos de incertidumbre. Sí es cierto que si se produce un rebrote, no se va a poder tomar de la misma manera que se ha tomado esta vez. Si nos coge a principio de curso, no se puede contemplar la posibilidad que durante las clases se hagan actividades de refuerzo.

¿A qué se refiere exactamente ?

Ahora nos cogió a final de un curso, durante un trimestre, y esto se puede se puede paliar haciendo actividades de apoyo. Hay que programar teniendo en cuenta que el tercer trimestre de este no se completó, y los contenidos habrá que tocarlos un poco en el primer trimestre. Pero lo que no podemos hacer es estar reforzando y apoyando. Tendremos que avanzar en materia.

Si bien las normas del próximo curso todavía podrían cambiar, ahora Educación plantea que todos los alumnos vayan al colegio, y no, como propuso el mes pasado la ministra Celaá, clases parcialmente telemáticas. En su opinión, ¿qué sería mejor desde el punto de vista puramente educativo, dejando aparte la sanidad?

Desde el punto de vista de un colegio, la presencia es fundamental. En Educación Infantil, en Primaria, es fundamental. El motivo es la autonomía de los niños: no son lo suficientemente autónomos como para trabajar ellos solos. Necesitan la presencia de un adulto. Si la educación no es presencial, las familias van a tener que apoyar mucho, e igual no están en posición de hacerlo. Es importante que sea presencial.

Otra cuestión es la de la distancia de seguridad, reducida de dos a 1,5 metros.

El problema sigue siendo el mismo. Puede haber hermanos que están en grupos distintos por la edad, están con gente estable, luego se juntan. Estuvieron con gente distinta, el problema sigue estando ahí. También veo muy complicada la hora de los recreos: puedes tener dos o tres, pero no uno para cada nivel. Es muy difícil de organizar. Por otra parte, hay profesores de especialidades que damos en todos los niveles.

Se habla de un máximo de veinte alumnos por aula. ¿Sería posible mantener estas ratios en los centros públicos que hay en A Coruña? Actualmente, ¿cuál es la carga de estudiantes en relación a las instalaciones disponibles?

Ahora mismo, en los colegios de A Coruña tenemos aulas de hasta 27 o 28 alumnos. No en uno ni dos centros: hay bastantes colegios que pasan de la ratio en algún aula. Pero hace un mes decían que las ratios serían de quince, ahora de 20, igual en agosto vuelven a ser de 25. No sé si económicamente supondría un incremento del profesorado bastante notable, no sé si están dispuestos a asumirlo, y no sé si sería factible, lo tendrán que ver que las administraciones educativas. Además, es un problema no solo económico, sino también de espacios. No todos los colegios tienen el espacio suficiente para estos desdobles. El mío, el Curros Enríquez, puede habilitar espacios, pero otros como Labaca, Fernández Latorre o Eusebio da Guarda, no podrían hacer desdobles.

¿Hasta qué punto es factible mantener la distancia de seguridad y las precauciones con los niños en un colegio?

Para decir todo esto habría que vivirlo como se vive en un centro, y cuál es la vida real. Es muy complicado que los niños no interactúen entre ellos.

Para facilitar la dispersión de los niños, desde Educación se proponen una serie de medidas: crear miniaulas en los centros, aprovechar patios, emplear para dar clase otros edificios públicos como por ejemplo centros culturales o ludotecas...

Dada la cantidad de colegios que hay, aún así no llegaríamos a solucionar el problema, y no evitaríamos muchas de las situaciones de contagio. Es muy difícil decirle a un niño de Educación Infantil o de Primaria que mantenga la distancia. Los niños juegan, un factor importantes es la socialización... Es muy difícil decirle que no puede ir con fulanito.

¿Cuáles son las demandas que se elevan desde el profesorado de cara a afrontar el próximo curso académico?

Lo que demandamos básicamente son instrucciones concretas y que se guarde la seguridad de nuestros alumnos y de nuestro profesorado. Estamos con mucha incertidumbre, y demandamos medidas concretas.