El punto de venta de la ONCE situado en el Cantón Grande, en el mismo edificio de su delegación territorial gallega, fue el lugar elegido ayer por la alcaldesa, Inés Rey, para celebrar el regreso a las calles de los vendedores de esta organización al reducirse el riesgo sanitario. Rey adquirió al vendedor de este puesto dos boletos, uno de ellos terminado en 82 por ser el año de su nacimiento y otro en 31, aunque aclaró que, lógicamente, esa cifra no se corresponde con su edad.