"La ciudad sabe que puede confiar en nosotros", manifestó ayer la alcaldesa, Inés Rey, al hacer balance de la gestión de su primer año de mandato, marcado por las consecuencias del coronavirus durante los últimos meses. Por eso aseguró que gracias a la labor del Gobierno local A Coruña "está ahora mejor posicionada que hace un año para afrontar una crisis", a lo que contribuyó el acuerdo alcanzado por el PSOE con otros tres grupos de la Corporación para aprobar las cuentas de este año. "No quiero pensar lo que habría sido gestionar esta crisis sanitaria y social encontrándonos sin presupuestos, como pasaba otros años a estas alturas", comentó.

Su análisis de los primeros doce meses de mandato chocó frontalmente con el que efectuaron los otros dos grandes grupos municipales. El PP consideró que el pacto de la izquierda es un "fracaso" tras las recientes desavenencias con Marea Atlántica, por lo se ofreció para alcanzar acuerdos sobre "grandes proyectos". Marea denunció por su parte el incumplimiento del 75% de los 31 puntos del pacto con el que comprometió su apoyo al Gobierno local durante este año y le reprochó su acercamiento a la derecha, aunque no hizo mención a una posible ruptura de su alianza.

El BNG mencionó la "debilidad" del Ejecutivo municipal y su "lentitud" a la hora de ejecutar los proyectos, mientras que la hasta ahora concejal de Ciudadanos, Mónica Martínez, ya en el grupo mixto, destacó los acuerdos alcanzados por todas las formaciones a lo largo de este año.

Inés Rey aludió precisamente al diálogo con el resto de fuerzas políticas municipales y con otras administraciones que dijo haber mantenido desde el mismo día de las elecciones. "Desde ese momento supe que para llegar a ser alcaldesa hacían falta pactos,", señaló, y aseguró que durante este año se han "desencallado proyectos", entre los que mencionó el de la estación intermodal con Adif y la Xunta. Pero admitió que siguen pendientes otros como la ampliación de Alfonso Molina y del puente de A Pasaxe, el tren al puerto exterior y la deuda de la Autoridad Portuaria, de los que dijo que durante la provisionalidad del Gobierno central a causa de las dos elecciones generales celebradas "era complicado sacarlos adelante", aunque aseguró que ahora los coruñeses serán "escuchados y por lo tanto serán desbloqueados".

Entre los logros conseguidos citó la campaña contra a doble fila y la erradicación del botellón en los jardines de Méndez Núñez, además del plan de choque contra la pandemia por valor de 13,2 millones de euros. En el terreno de la movilidad mencionó la creación de nuevos carriles 30 y del destinado a los corredores en el paseo marítimo, así como las peatonalizaciones que se pondrán en marcha en diferentes puntos.

"Entendemos que no existe ningún tipo de incumplimiento", replicó Rey a las acusaciones de Marea, a lo que añadió que recientemente se aprobó la gratuidad de las escuelas infantiles municipales y que "el resto de las cuestiones están en marcha y trabajándose".

La portavoz de Marea, María García, estimó sin embargo que solo un 25% de los puntos de su pacto con el PSOE "están cumplidos o iniciados", al igual que en el logrado para los presupuestos, entre los que mencionó la desafectación de San Vicente de Elviña para el ofimático, la bolsa de vivienda en alquiler, la empresa municipal de energía o la ampliación del servicio de ayuda a domicilio. García calificó la oposición que realiza su grupo de "radicalmente diferente" a la que tuvo Xulio Ferreiro y aseguró que hay "concejalías desaparecidas" como Cultura, Empleo y Comercio, y otras "con problemas graves de gestión" como Deportes o Bienestar Social.

También recriminó el regreso del "ladrillo como forma de gobierno" y de alianzas que "recuerdan al vazquismo", así como la inexistencia de una "línea directa con el Gobierno del Estado" y el acercamiento al PP, que tildó de "movimiento de riesgo". "Marea siempre va a estar ahí pero no vinimos a decir amén y pasar por alto que la mayoría de los acuerdos no están cumpliendo", advirtió.

"En los últimos tres meses hemos visto que cuando hay voluntad para llegar a acuerdos, la ciudad sale ganando", declaró el presidente del PP coruñés, el también concejal Martín Fernández Prado, quien destacó que solo se contó con su grupo para las medidas contra la pandemia y ofreció al PSOE lograr pactos sobre "los grandes proyectos de ciudad" , como las infraestructuras que debe construir el Estado. En su opinión, el "pacto a la coruñesa" suscrito por Marea, BNG y PSOE "ha resultado ser un suflé mal cocinado.", por lo que defendió un cambio de rumbo basado en "el diálogo y el acuerdo".

Francisco Jorquera, portavoz del BNG, apreció "luces y sombras" en la gestión del Gobierno local,. Entre las segundas mencionó la falta de un "proyecto de ciudad", la excesiva concentración de competencias en algunos concejales y la carencia de un "decidido impulso transformador". A pesar de alabar la normalización de las relaciones con la Xunta y el Estado, reclamó que no suponga la renuncia a los compromisos adquiridos con la ciudad.

Para Mónica Martínez, el Gobierno, loca "ha puesto ganas y esfuerzo para revertir la situación pero se ha encontrado con muchos obstáculos", ya que entiende que "algunos de sus socios no se lo están poniendo fácil". La ahora miembro del grupo mixto calificó el último año de "intenso, con mucho trabajo para intentar arrancar una ciudad que había retrocedido en todos los sentidos".