Las condiciones en las que se impartirá la formación académica este otoño siguen siendo un misterio. Y lo son todavía más si las clases no se desarrollan en el país, sino fuera de sus fronteras, con la amenaza del coronavirus pendiendo como una espada de Damocles sobre las cabezas -y currículums- de los estudiantes. Los que han sido aceptados para realizar sus másteres en el extranjero el próximo curso sopesan, con el papeleo sobre el escritorio, si su salida se acabará convirtiendo en un encierro lejos de sus familias, en cómo afectarán los rebrotes a sus visados, y en si la experiencia -enriquecida por el día a día en una nueva urbe- será al final un cúmulo de clases en línea a consumir desde su habitación. Algunos centros, como la Haas School of Business de la Universidad de Berkeley, ya han dado opciones a a retrasar al 2021 la participación en su programa, una opción que ha tomado el coruñés Ignacio Moreno, uno de los diez jóvenes seleccionados para las Becas de Posgrado en el Extranjero de la Fundación Barrié.

La institución anunció ayer a los estudiantes que se beneficiarán de una subvención para costear sus clases en centros de todo el mundo, con destinos como los Países Bajos, Reino Unido o los Estados Unidos. Todos los escogidos son alumnos gallegos, con títulos como la ingeniería aerospacial y la psicología, y cuatro de ellos proceden de la provincia de A Coruña. Como "cada universidad se posiciona de una manera", los escogidos se confiesan "con mucha incertidumbre", y se plantean si el suyo acabará siendo "el máster remoto más caro de la historia". Lo dice Moreno, ingeniero interesado en el mundo de las startups, que iba a cruzar en unos meses el océano para estudiar el Master in Business Administration.

Su sueño de explotar las posibilidades del big data en las pequeñas y medianas empresas tendrá que esperar, al menos, hasta 2021. "Me han ofrecido posponerlo y eso te da tranquilidad. Además, corren rumores de que la administración Trump, impulsada por el Covid, quiere suprimir algunos visados de estudiantes", explica. La decisión fue difícil de tomar, pero el ingeniero alega que "hay muy poca información" y que los centros "han tenido problemas para ver cómo se va a llevar el curso" en la pandemia. "Tengo una amiga que está encerrada en Estados Unidos, porque si sale no sabe si podrá volver después. También está el tema de las prácticas, que es uno de los grandes atractivos del máster en sí", añade.

Más complicado incluso podría tenerlo Ignacio Roura, becado para cursar el Master in Cognitive and Clinical Neurosciencie en la Maastricht University de los Países Bajos. Se trata de la segunda parte de un programa que implicará apenas un mes y medio en Holanda, y después ocho en el centro de investigación Douglas de Montreal, donde realizará prácticas sobre ritmos circadianos y trastornos psiquiátricos. Ante un posible rebrote, el psicólogo tiene confianza en "cómo gestionará el asunto la Barrié y en lo que vayan recomendando". Asegura que en Canadá se han ofrecido a "ser flexibles si hay algún problema", aunque teme que le cancelen el trabajo de campo porque "ya se lo plantearon".

"Dijeron que sí lo permitirían, pero se nota más control. Nos han pedido saber exactamente cuántas personas tendrán fuera, y quién será el tutor de cada uno", explica Roura. El coruñés es el único que viajará a los Países Bajos, dentro de un ranking en el que el claro favorito es, en cuanto a planes de estudios, Reino Unido. Hasta su capital se desplazará Álvaro Ortega, que ya tiene el 27 de septiembre marcado en el calendario a pesar de todas las incertezas.

En sus estudios de MSc Machine Learning del University College London, tendrá que combinar la formación en línea con la presencial. "Las clases que involucren a mucha gente serán online, y los grupos de estudio, presenciales", indica el ingeniero físico, que pretende avanzar en la aplicación de la inteligencia artificial al sector farmacológico. Afirma que la expectativa le emociona, aunque ya ha valorado algún escenario. "En el caso de que cierren las fronteras, lo he pensado y me quedaría allí. No me la jugaría", apunta convencido.

Entre los coruñeses becados por la Barrié, hay otro estudiante que ha escogido Reino Unido -concretamente la University of Cambridge- para cursar el MASt in Applied Mathematics. Se trata de Álvaro Muñiz, que encontró "una oportunidad incomparable" en la prestigiosa universidad que se fijó como destino académico. Con los parámetros que fija la epidemia, el programa tiene la "ventaja" de carecer de parte práctica, pero al matemático le preocupa otro proceso que se remonta a antes del Covid. "Es el primer año que nos pilla el Brexit", advierte inquieto el estudiante, para el que la desconexión del país de la Unión Europea es "un arma de doble filo".

Como el resto, Muñiz es consciente de las dificultades de este año "atípico", pero no permite que ninguna profecía le desmotive. "Es algo que escapa de mi alcance. Tengo que enfocarme en vivir la experiencia al 100% dentro de la situación actual", reflexiona. Su nuevo horizonte empezará a asomar en octubre, una época en la que en A Coruña, gracias a la Barrié, se hará más de una maleta. Los que partan con ellas este año sumarán la XXXI promoción de la convocatoria, que ha repartido ya 704 becas y más de 43 millones de euros desde su inicio en 1990.