El colectivo Ergosfera ha iniciado un estudio sobre las residencias de mayores en la ciudad y en los concellos limítrofes, para ver, sobre el mapa, en qué condiciones están. Es una primera fase, en la que analizan su ubicación y los servicios que tienen a su alcance los residentes y también, la relación de estos equipamientos con la ciudad. La idea surgió con el inicio de la pandemia y los contagios de los usuarios, aunque, por ahora, según apunta Iago Carro, arquitecto y miembro del colectivo Ergosfera, con una "muestra tan pequeña", no se pueden establecer relaciones de causalidad. Toda la información que van reuniendo la comparten en sus redes sociales, no solo para su difusión sino también para que pueda ser completada con un estudio más pormenorizado en el futuro y para que sirva como repositorio de información de residencias de mayores y coronavirus.

Sobre el mapa, ¿qué imagen ofrecen las residencias de mayores en la ciudad y en los concellos cercanos?

El estudio partió del contexto del coronavirus, pero quisimos ir más allá de las informaciones que iban saliendo, como el proceso de privatización o las muertes. Quisimos analizar el fenómeno desde la perspectiva urbana, queríamos ver en qué lugares se situaban, qué tipos de edificios son arquitectónicamente y también si tienen espacios libres o no. Todos los avances que vamos haciendo los compartimos. Al ser un trabajo hecho sin financiación, empezamos con 26 residencias, que no representan el total de lo que científicamente se considera el área urbana. Intentaremos ampliar el estudio para tener una visión más completa en el futuro. Sobre el mapa vemos cómo las residencias se van alejando del área densa de la ciudad, que se queda vacía de ellas, y que hay una cierta atracción en los bordes urbanos.

¿Por qué se da esta situación?

Un poco derivado de la planificación urbanística, que va dejando estas parcelas de usos dotacionales donde le cuadra, nunca con una visión de potenciar la calidad de vida, sino que, donde se van haciendo desarrollos urbanísticos, en un borde, se deja una parcela para este uso. El caso de Os Rosales es significativo, porque se deja pegada al monte de San Pedro, justo en el borde. La periferia tiene trampa, porque la situación no expresa las condiciones urbanas.

¿Por qué tiene trampa?

Porque viendo el mapa, por ejemplo la residencia de Arteixo, puede parecer que está en la periferia desde el punto de vista de A Coruña, pero está en el centro de Arteixo y tiene unos servicios y unas comunicaciones buenísimas. entonces, no sirve demasiado, por eso no las analizamos en relación con el centro urbano más reconocido sino en relación a cómo están dotadas de servicios a su alrededor. Consideramos que son unos espacios de vida y, de hecho, la ley habla de que tienen que estar en entornos en los que se pueda producir la integración social de las personas. La de los residentes dependientes vendrá por parte de sus cuidadores, pero hay personas que son autónomas o que tienen una dependencia muy baja y no pueden estar en un sitio sin ninguna cualidad, en medio de la nada.

¿Y qué aspectos tuvieron en cuenta?

Desde el ocio privado, con bares y cafeterías, al público, con bibliotecas y centros cívicos, centros de salud más cercanos, farmacias, supermercados o la parada del bus más cercana. Con esta estrategia ya salían algunas que tenían situaciones críticas. Sobre todo, las que están en otros concellos y se pegan a A Coruña, sin tener ninguna razón de ser. Las dos de A Zapateira no tienen nada cerca. Es llevarlas al medio de la nada donde no van a tener relación con nadie del entorno. A diferencia de la de la Ciudad Vieja o las de Monte Alto, incluso la de Labañou o alguna de Oleiros que, sin estar muy cerca del centro, sí que están bien surtidas de servicios. Hay otras de la periferia en las que tenemos que estudiar otros parámetros que nos puedan hablar de la calidad de estas residencias porque también es importante la libertad de elección. Por ejemplo, la de Sada, está en un entorno muy poco denso y cercano a un bosque y puede ser también una opción para quien la quiera. Parece razonable que, por estar lejos de los servicios, no esté mal situada, porque aporta otras cosas. El problema son los grandes edificios que se llevan a un sitio en el medio de la nada y que no parecen la mejor opción.

Desde el confinamiento parece que la ubicación y los espacios libres importan mucho más.

Ya la propia legislación lo dice, que hay que facilitar la relación con el mundo exterior. Derechos básicos, como quedar para tomar un café o ir al supermercado deben estar garantizados, porque son personas que no tienen vehículo privado, que tengan una parada de bus cerca es fundamental. El límite de lo que puede hacer cada persona no puede estar determinado por la ubicación de la residencia, sino por el grado de autonomía personal.

¿Cuáles podrían decir que se integran mejor y cuáles peor?

Fríamente, con los números, las que tienen a una distancia media de unos 250 metros los ocho servicios que estudiamos, serían La Ciudad, Meu Lar, Sanitas, Padre Rubinos y la Torrente Ballester, después hay otras que los tienen a 500 metros. En el otro extremo están las que tienen estos servicios a un kilómetro y medio, por ejemplo, Orpea, La Luz, o Caser, de A Zapateira, que es la que peor situada está.

¿Por qué se decidieron por estos factores?

Por tocar todos los ámbitos, el sanitario, el del ocio, el del consumo, porque aunque todo lo necesario para la vida se lo proporcionen dentro de las residencias, entra dentro de la calidad de vida que se puedan comprar sus galletas preferidas, por ejemplo, y la movilidad también, porque no tienen vehículo privado. Analizamos también los espacios libres porque muchos usuarios son dependientes y no se pueden mover del recinto. Quisimos ver cuáles tenían espacios vegetales, jardines interiores, terrazas... Aunque no tenemos trabajo de campo todavía. Meu Lar, por ejemplo, es un edificio pero tiene una terraza grande y un gran espacio libre en la planta baja. Domus Vi Matograde, que parece que no tiene espacio libre, tiene una terraza. Sanitas, por ejemplo, es la única que no tiene nada.

¿Tienen relación el lugar en el que están ubicadas las residencias y su titularidad?

Es un campo muy privatizado. Gestionadas por empresas estamos hablando de dos tercios de las residencias en este ámbito. Las de iniciativa social, por ejemplo, suelen estar en suelo cedido por concellos. El lugar en el que su ubican nunca está determinado por la calidad de vida de los residentes sino por otras cosas, en el caso de las públicas, por la planificación urbanística y, las de iniciativa privada con ánimo de lucro, por el valor del suelo, por eso aparecen en lugares periféricos que no están en un entorno idílico sino en lugares sin servicios, donde es más barato comprar.