Los mismos problemas que cuestionan el éxito de la reapertura de los cines afectan a los festivales que beben del audiovisual. Los principales de A Coruña se dividen, casi de forma paritaria, entre los que han optado por posponer unos meses sus actividades y los que ya han dado el año por perdido. Entre los primeros sigue reinando la incertidumbre sobre las condiciones en las que podrán ejecutar sus programas, tal y como apostillaba en una entrevista a este diario el director del (S8) Mostra de Cinema Periférico, Ángel Rueda. Su ciclo, previsto para el 31 de mayo y reubicado finalmente del 27 de septiembre al 3 de octubre, ha tratado de alcanzar la máxima seguridad con un festival híbrido, en el que las sesiones serán tanto telemáticas como online y los cineastas internacionales -procedentes de puntos como Letonia o Corea del Sur-, intervendrán por videoconferencia.

El (S8) trata así de protegerse de posibles rebrotes, que echarían abajo la organización si se decretara un nuevo confinamiento o restricciones de movilidad. Pero que la apuesta sea menos arriesgada no significa que esté libre de obstáculos. Rueda señala entre los centrales el parón administrativo provocado por el estado de alarma, que "ha detenido la entrada de patrocinadores", o el dinero invertido en vuelos y derechos de filmes que se habría perdido en el caso de suspender lo planeado. Pero, incluso realizándolo, rondan los números rojos. "Está el riesgo de no cumplir con el proyecto y no recibir la subvención. Y también el de hacer un festival mermado sin invitados", señala el responsable del Festival de Cinema Fantástico (FKM), Tonecho Galán.

El director es uno de los que todavía no ha decidido si su criatura echará a andar del 17 al 24 de octubre, o pasará este año en la sombra. "Aún estamos valorando si lo hacemos o no. En un principio íbamos adelante, pero estamos viendo que la situación se está poniendo muy peliaguda", cuenta. Las complicaciones comenzaron con el menor número de rodajes, "drásticamente reducidos con el Covid", que afectan "al número de proyecciones que se realizarían en el festival", y continuaron con la reticencia de los invitados. Muchos cineastas "no querían comprometerse" por la "incertidumbre generalizada", acuciada por el rebrote "que casi se da por hecho en octubre como una muerte anunciada".

Tampoco la posibilidad de hacerlo online convence a todos los creativos. Desde el FKM consideran que "para un festival el tema presencial es crucial", porque, si no, "lo ves en casa en una plataforma". De la misma opinión es Mundos Digitales, previsto del 9 al 11 de julio y finalmente cancelado por su responsable, Manuel Meijide. El congreso ofrece cada año a artistas de la animación que se resisten a ser grabados, y juzga una pérdida demasiado elevada prescindir del "contacto" del público en físico.

"Es un palo grande para todos, porque teníamos un programa que muchas empresas estaban guardando en primicia, y se les ha venido abajo", lamenta el director, que prepara para este otoño un encuentro reducido en A Coruña con el que crear sinergias entre empresas gallegas de contenidos digitales y reflexionar sobre los nuevos escenarios propiciados por el Covid. Además, continuará abierto su Festival Internacional de Cortometrajes de Animación, cuyos participantes entrarán en la competición del año que viene.

Allí, a 2021, se trasladará también la Semana Internacional de Cine de Betanzos. El proyecto se realiza cada julio, en la última semana, pero esta vez dejará a la comarca huérfana por el coronavirus. Su organizador, Chema Paz, barajó la posibilidad de llevar las proyecciones al aire libre, pero "tendrían que partir de las 23.30 horas para tener oscuridad suficiente". La edil de Cultura del municipio, Ana Vega, terminó por rechazar el reajuste, y el festival betanceiro acabó despidiéndose con "una pena grande" y ganas de abordar "el año que viene con nuevos alientos".

"Comprendemos que la situación no es una broma. Es lógico, y más ahora, que está habiendo rebrotes", dice el encargado. Incluso aquellos que sí se han decidido a celebrar sus proyectos sienten el peso de la inseguridad. Le ocurre a Sonia Méndez, directora del Carballo Interplay, que reconoce que no sabe "si el público se animará a meterse en una actividad presencial en noviembre", a cuyos días -del 18 al 21- han trasladado el ciclo.

Su cancelación "nunca ha estado sobre la mesa", pero el festival de contenidos digitales se plantea ahora cómo llevar a la práctica sus ideas. Ante la incertidumbre sobre "lo que pasará", la dirección se encuentra trabajando en tres planes, que incluyen desde la opción de mantener los aforos -en el escenario más favorable-, hasta la versión híbrida o la "totalmente online".