¿Da más ánimos para afrontar este segundo mandato el respaldo obtenido en la reelección?

Es una alegría, pero hay que ser consciente de que solo hubo una candidatura, por lo que no tiene mucho mérito. Comparecimos veintiséis personas a la junta y tuve veinticuatro votos a favor y dos en blanco.

Pero en estas circunstancias excepcionales tendrá un especial significado a la hora de ponerse al frente de los jueces de A Coruña.

Es una responsabilidad muy grande en la época por la que estamos transitando, por la crisis sanitaria, los problemas que ha conllevado y los que conllevará en el futuro, por lo que es un honor pero también una importante responsabilidad.

¿Se ha restablecido por completo la actividad en los juzgados?

Sí, como no podía ser de otra manera, aunque con prevenciones y con cuidado. Yo mismo he estado celebrando juicios desde el 4 de junio y puedo decir que todos los órganos judiciales también.

¿Qué consecuencias ha tenido esta situación sobre la actividad judicial en A Coruña?

La paralización ha existido y no se puede negar. Desde casa se puede adelantar trabajo atrasado, pero no el que se ha paralizado. Hemos estado con la actividad suspendida desde el 14 de marzo hasta el 4 de junio, lo que supone para los 45 órganos judiciales del partido de A Coruña cientos, cuando no miles, de señalamientos que no se han celebrado, lo que supone un trastorno tremendo. Y, además, es una cadena porque tiene un efecto multiplicador. Hay que volver a señalar las vistas, pero si se hace, no se señalan otras que estuvieran pendientes. En Galicia tenemos la experiencia de la huelga de funcionarios de hace dos años que también duró tres meses, del 7 de febrero al 7 de mayo, en los que hubo una paralización casi total. Esa experiencia solo sirve para ser conscientes del problema, que existe y es importante en cuanto al atraso endémico de la Justicia, que ahora se multiplica.

¿Aún se estaban sufriendo los perjuicios causados por esa huelga?

En mi opinión personal ya no. Gracias a las medidas de refuerzo adoptadas y a los dos años transcurridos los efectos perniciosos de la huelga de 2018 creo que habían sido superados totalmente, pero esta situación ha estallado de golpe y ha sido otro mazazo cuando estábamos saliendo de aquella.

¿El impacto de la paralización ha sido el mismo para todas las jurisdicciones judiciales?

Afectadas son todas en cuanto a la paralización de la actividad, la suspensión de señalamientos y la no celebración de juicios y vistas, pero de cara al futuro inmediato, creo que para después del verano y todo el año que viene, estos efectos los van a sentir más los juzgados de lo Social, Mercantil y Familia. Creo que todas las altas instancias judiciales son conscientes de ello, tanto el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia como la Xunta de Galicia, el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio de Justicia. Los efectos socioeconómicos que está produciendo esta crisis sanitaria, y que presumiblemente seguirá produciendo con más intensidad, van a hacer que las jurisdicciones laborales, mercantiles y de derecho de familia sean mucho más sensibles a la hora de superar el mal que estamos padeciendo.

¿Hay posibilidad de solicitar más medios materiales y humanos para afrontar esta situación, e incluso la creación de nuevos juzgados en la ciudad?

Se pueden solicitar refuerzos de juzgados y la creación de nuevos, pero es algo que se nos escapa no solo a los jueces, sino a la propia Xunta, ya que no depende de ella. Habría que tratar de crear refuerzos donde fuere conveniente, igual que se hizo en la época de la huelga, pero en todas las instancias -funcionarios, secretarios y jueces-, ya que no sería correcto que fuera solo para alguno de ellos, sino para todos y al mismo tiempo, lo que no se hizo con ocasión de la huelga.

¿Ve receptividad en la Administración para que se haga?

No sería capaz de responder ahora mismo porque es muy pronto. Hemos reiniciado hace unos días la actividad judicial y estamos en vísperas del verano. Creo que receptividad tiene que haberla porque no hay otro remedio y espero que la haya.