Vuelven los 'paraguas amarillos' con visitas diarias

Los guías retoman mañana las rutas por el casco histórico

Joaquín Fernández como guía de un grupo.

Joaquín Fernández como guía de un grupo. / // L.O.

A Coruña

Los guías turísticos, con el paraguas amarillo como seña de identidad, retoman su actividad en A Coruña este miércoles. A las 11.30 horas ofertan la primera ruta desde la plaza de María Pita -se puede reservar plaza o acudir a esa hora- para recorrer el casco histórico en visitas de dos horas de duración por nueve euros por persona. A diferencia de temporadas pasadas, en las que la oferta de guías se ceñía a los fines de semana, realizarán salidas programadas de lunes a domingo. Además serán "individuales", es decir, para parejas, familias y grupos reducidos de amigos.

María Pardo, afronta con "nervios y mucha ilusión" esta primera salida pospandemia. Es la guía oficial encargada de abrir los recorridos tras el confinamiento y junto a ella, para escenificar su alegría, se congregarán compañeros con sus respectivos paraguas amarillos.

"Va a ser diferente porque vamos a adoptar todas las medidas de seguridad", especifica Pardo. Entre ellas, mascarilla y gel hidroalcohólico así como el mantenimiento de las distancias, tarea sencilla, al discurrir el trayecto por exteriores.

La actividad de los guías turísticos de la ciudad se vio interrumpida por el estado de alarma, pero meses antes ya empezaron a padecer las primeras consecuencias de una pandemia que les ha mantenido en el dique seco tres meses y medio. "Somos el primer sector que sufrió la crisis; compañeros que trabajan turismo de China y Japón notaron ya su desaparición en enero y febrero", explica Joaquín Fernández, guía de APIC, la asociación que aglutina el 30% de estos profesionales en Galicia. Tal y como relata, los guías fueron de los primeros en sentir las consecuencias de la crisis y serán de los últimos en recuperarse. Y es que las características de esta profesión ayudan a que sea permeable a las crisis. Trabajan como autónomos en un empleo estacional que, en el caso de A Coruña, abarca de Semana Santa hasta el mes de octubre. "La primera mitad temporada se perdió toda, desde Semana Santa a ahora", explica.

Este verano, no obstante, será diferente. No se esperan grupos organizados -"de momento no hay encargos, puede ser que en septiembre haya alguna cosilla"- y, en su lugar, los cicerones guiarán a sus clientes en círculos más reducidos. Para María Pardo esta es una ventaja: "Cuando hay menos gente oportunidad de contactar con el turista, todo lo que les cuentas se lo adaptas más a ellos, la experiencia resulta más entrañable".

Las salidas mantienen su recorrido habitual. Dos horas en las que se explican los hitos y anécdotas históricas de la Ciudad Vieja. María Pardo anima a contratar la visita a los coruñeses, "nos hace especial ilusión que vengan los coruñeses, no conocemos cosas de nuestra propia ciudad; conocerlas hace que todo tenga sentido".

Precisamente la carga histórica de la ciudad es uno de los aspectos que más sorprende a los visitantes, explica Fernández: "A Coruña tiene mucha más historia de lo que se espera la gente". Ahora solo queda llenar de eso, de gente, y de paraguas amarillos, las calles de la ciudad para que, con apoyo de los guías, continúe sorprendiéndose con los rincones del casco viejo.

Tracking Pixel Contents