En la calle de la Galera ha aparecido un elemento inusual, quizá fruto de una mudanza o reforma, pero que ha llamado la atención de vecinos y viandantes. Se trata de un váter, colocado junto a unos contenedores. Lo curioso no es que haya aparecido ahí, sino que nadie ha pasado a recogerlo, por lo que ya hace días que cualquiera que pasee por la zona puede verlo. Primero podía parecer gracioso, pero los vecinos ya están cansados de ver el váter, como si de homenaje a Duchamp se tratase. "En la calle de la Galera se puede comer y todo lo contrario", se queja una ingeniosa vecina. ¿Seguirá mañana instalado en el mismo sitio?