Tras la pandemia, el Concello ha retrocedido a noviembre de 2019 en cuanto a sus obligaciones con los proveedores, es decir, tras cinco meses ajustándose al límite legal y bajar de los 30 días para pagar las facturas por servicios, en mayo volvió a superarlo, con 35,66 días de media, según refleja la página web municipal.

La administración local ha ido aumentando progresivamente el periodo medio de pago a sus proveedores desde diciembre, cuando consiguió poner fin a una larga racha de incumplimientos, diez meses. Cerró diciembre con una media de 21,33 días tras acabar el mes anterior con 38,07 días; en enero subió a 22,9; en febrero a 23,1; en marzo a 25,42; en abril a 29,36; y en mayo a 35,66 días, la primera vez este año que rebasa el límite del Ministerio de Hacienda.

Facenda informó en enero de que desde noviembre el Gobierno local había tomado medidas para reducir el plazo de pago a los proveedores y esa tendencia la confirmaron las cifras desde diciembre. El mejor registro reciente es el del mes de diciembre de 2018, cuando el Concello tardó una media de19,69 días.

Los organismos municipales realizaron los abonos a sus proveedores con una media de tiempo distinta; por debajo del límite lo hicieron el Consorcio de la Música, la Fundación Emalcsa y el Fondo Galego de Cooperación.