¿Qué balance hace del confinamiento en cuando a violencia machista en la ciudad?

Tuvimos que dar respuesta desde Servicios Sociales, donde está enmarcado el CIM, que está especializado en violencia de género, a las víctimas. Desde aquí llevamos la red de acogida, formada por la casa de acogida y los dos pisos de transición a la vida autónoma. Mantuvimos y adaptamos los servicios para poder prestar la atención psicológica, jurídica y social que nos demandaban, no solo las usuarias que estaban en sus casas sino también las de la red municipal, a través de teletrabajo.

¿Hubo un aumento de los casos de violencia en la ciudad?

Sí, hubo un aumento, casi el doble de atestados de la Policía Local que el año pasado. Abrieron 43. Las consultas del 16 de marzo al 19 de junio en 2019 ascendieron a 837 y en 2020, fueron 961. La gran mayoría, de violencia de género. Al CIM se puede venir por otras cosas, pero la trabajadora social atiende solo violencia de género, la psicóloga casi también y la asesora jurídica tiene consultas más variadas, pero también muchas por violencia.

¿Por qué aumentó tanto?

Surgieron otro tipo de dudas derivadas del confinamiento como el cumplimiento de sentencias y del régimen de visitas de menores. No sabían qué tenían que hacer., si tenían que dejar ir a sus hijos con sus padres aunque viviesen con personas de riesgo, si podían llegar a acuerdos... En el confinamiento se quedaron muchas mamás, que están solas, víctimas de violencia de género, con menores a su cargo,. Había problemas de todo tipo. La conciliación fue uno de ellos. A algunas incluso les ofrecieron trabajo en esta situación y no podían decir que no, así que, estuvimos trabajando con canguros, con un servicio mucho más extenso en horas. Teníamos que intentar que conservasen su puesto de trabajo. Se evidenció un gran desequilibrio en la asunción de las cargas familiares.

¿Tuvieron que atender casos en los que las mujeres saliesen de sus casas para alejarse del agresor?

Sí, a las que no viven con ellos, el confinamiento les dio sensación de seguridad. Hubo mujeres que recurrieron a nosotras para que les buscásemos alojamiento. La red de acogida ha seguido trabajando con mujeres y menores. Elaboramos un protocolo de ingreso de emergencia para estos casos, que se usó. En los equipamientos disponibles hubo 21 personas y, actualmente, 23. Se tuvo que reforzar el apoyo psicológico en la casa de acogida porque eran diez personas confinadas de diferentes unidades familiares

Tras el confinamiento, ¿prevén que haya más víctimas que se animen a denunciar?

Todos los atestados que abre la Policía Local cuando interviene en un caso de violencia de género pasan al CIM y nosotras miramos cómo se puede arreglar la situación. y hacemos seguimiento. Muchas veces no quieren denunciar, dicen que solo fue una riña y que están bien. Les decimos que, en cualquier momento, pueden llamar al CIM. No significa que no exista un caso de violencia sino que no siguen adelante y no es lo mismo hacerlo durante el confinamiento que cuando ya pueden salir y sentirse más relajadas. La violencia de género no tiene un carácter puntual ni periódico sino continuado. Muchas de las consultas de la psicóloga fueron por ansiedad derivada no solo del miedo al contagio sino por la violencia que sufrían. A nivel CIM no estamos viendo un incremento de denuncias. El centro ya tiene mucha demanda, con o sin pandemia, y, por ahora, no sabemos si habrá más denuncias.

¿Y qué otros problemas o dudas surgieron?

Nos señalaban mucho la brecha digital, las dificultades que encontraban para poder pedir una cita. No tenían medios para tener medios. Si querían poner una denuncia o tener contacto con el ámbito judicial o de las ayudas, muchas de las gestiones eran telemáticas y muchísimas de las mujeres nos decían que tenían problemas para hacerlas. Una de nuestras tareas fue ayudarlas a poder pedir esas citas. No todo el mundo tiene un teléfono inteligente ni conexión a internet. Con el acceso a la vivienda también nos encontramos con grandes problemas, sobre todo, ahora, tras el estado de alarma. La Renta Activa de Inserción son 430 euros, un salario son 600 y un poco más si tienes hijos, pero si tienes que pagar un alquiler y los recibos... Estamos continuamente gestionando ayudas.