El Bar Begoña luce, desde que reabrió tras la cuarentena, una exposición de dibujos infantiles hechos por los niños de las familias que frecuentan el local. La propietaria del establecimiento del número 2 de la calle Francisco Vales Villamarín, Ana La Parra, quiso tener un pequeño detalle con los más pequeños, y les propuso por redes sociales que sacasen a relucir su faceta más creativa durante el confinamiento para participar en la que sería la primera exposición del Bar Begoña. "Participaron niños de hasta diez años, y hay dibujos de todo tipo. Algunos, con ayuda de sus padres, incluso me escribieron palabras de ánimo", describe la hostelera.

Entre los dibujos también destacan algunas manualidades y fotografías hechas por las madres de los pequeños, y hasta hay una enviada desde Argentina. "Las hemos colgado con unas pinzas por encima de la barra, para que se vean bien, porque son muy bonitas", explica La Parra, que deja abierta la posibilidad de comenzar una nueva tradición con esta muestra infantil: "La verdad es que me encantaría promover las exposiciones dentro del local, y que la gente se animase a presentar sus dibujos o incluso sus cuadros. Cada cierto tiempo, podríamos ir renovándolas para darlas a conocer a los clientes".

Y es que tras la irrupción de la pandemia ha quedado demostrado que reinventarse ya no es solo una opción, y La Parra está más dispuesta que nunca a traer aires nuevos al Bar Begoña. "A la gente le gusta ver estas cosas nuevas, y yo creo que innovar nunca está de más y es necesario. Si la gente se apunta, estaría muy bien llevar a cabo la idea", afirma. Por el momento, la hostelera se queda con las caras de ilusión de los pequeños al ver expuestos sus dibujos cuando entran en el local. "No hay más que verlos. Es pura satisfacción", concluye La Parra.