| El estado de la vegetación de la calle Jacinto Benavente, que incluso ha llegado a cubrir los edificios y los pasamanos de las escaleras que comunican con un lateral de la iglesia de los Carmelitas, ha despertado indignación. "Es una vergüenza. No hay dónde agarrarse, y las hiedras suben por las paredes de los edificios, llegando a algunas ventanas y balcones", relata el vecino que ha decidido denunciar esta situación, Francisco Barro. Trasladó sus quejas al Concello sin respuesta. Afirma que "es un peligro" mantener esa zona de paso en tales condiciones, el verdín acumulado "es muy resbaladizo": "Por aquí pasa mucha gente mayor, así que hay que ponerle solución".