La propuesta del Gobierno local para la Casa de Veeduría, el edificio que albergó la sede del Gobierno Militar, incluye no solo la ampliación del espacio que ahora ocupa el centro cívico de la Ciudad Vieja, sino también la reserva de espacios para actividades de personas mayores, empresas en régimen de coworking, iniciativas culturales y vecinales y aulas de estudio para universitarios. El plan de usos diseñado por el Concello, que se presentará hoy a los integrantes de la Mesa de la Ciudad Vieja, incluye además el traslado a este inmueble de la Oficina Municipal de Rehabilitación para convertirla en la de gestión del área Rexurbe, aprobada recientemente por la Xunta y de la que forman parte este barrio y el de Pescadería.

El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, explica que el proyecto para completar la rehabilitación de la Casa de Veeduría, iniciada en 2015 con la reforma de un tercio del edificio para albergar el centro cívico, fue presentado a la convocatoria efectuada por el Ministerio de Transportes para financiar iniciativas culturales con el 1,5% de su presupuesto. El Concello desconoce qué cantidad podrá recibir para financiar esta actuación porque los plazos para presentar propuestas se ampliaron a causa de la irrupción de la pandemia y porque prevé que haya muchas solicitudes debido a la gran cantidad de patrimonio cultural existente en España.

El proyecto para "poner al cien por cien la Casa de Veeduría", como señala Villoslada, forma parte de los que se pretende desarrollar al amparo de la declaración del área Rexurbe, cuyo diseño partió del Plan de Revitalización de la Ciudad Vieja, al que se incorporaron medidas económicas y sociales. El plan de usos del inmueble prevé acometer una rehabilitación "integral y respetuosa" con su arquitectura con el objetivo de que se convierta en un "dinamizador" de la actividad del barrio.

Villoslada advierte de que los usos previstos para el edificio todavía están definidos de una forma básica y que podrían modificarse, pero que entre ellos figura el destino de espacios para personas mayores dentro del centro cívico, la creación de aulas de estudio para universitarios con el objetivo de que acudan jóvenes y en horario de mañana y tarde, un espacio vecinal para la realización de actividades, así como de espacios para coworking para ofrecer soporte digital a nuevas empresas en la Ciudad Vieja, donde la infraestructura de fibra óptica es muy escasa.

Otro de los usos previstos es la instalación de la Oficina Municipal de Rehabilitación, ahora situada en la estación de autobuses, con el fin de que gestione los proyectos que se incluyan en el área Rexurbe, ya que muchos de ellos se llevarán a cabo en la Ciudad Vieja, en la que la Casa de Veeduría ocupa una posición central. Villoslada añade que el Concello se plantea crear en el edificio puntos de reivindicación de la memoria histórica.

"Hay más espacio del que puede parecer", advierte el concejal de Urbanismo sobre los diferentes usos que se pretenden dar al inmueble en relación con su tamaño. "Tiene que ser una pieza importante, no sé si decisiva, para la revitalización del barrio", señala sobre la función que tendrá para conseguir que la Ciudad Vieja adquiera un nuevo papel en A Coruña tras décadas de declive urbanístico, social y económico.

En su opinión, la Casa de Veeduría debe ser un "catalizador de actividad y un revulsivo", ya que considera que no debe pensarse que la solución para la Ciudad Vieja "deba pasar solo por la rehabilitación o la hostelería, sino que tiene que haber algún tipo más de actividad cultural y económica", aunque también aclara que será "un elemento importante, pero no el único que habrá que desarrollar".

El entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero prometió en 2008 la instalación en el aún Gobierno Militar coruñés de un Centro de Interpretación de Recursos de la Cultura Europea. Pese a que el proyecto llegó a ser aprobado por el Consejo de Ministros y a que los militares desalojaron el edificio, la iniciativa nunca llegó a ponerse en marcha.

Durante el mandato municipal del Partido Popular, el inmueble fue rehabilitado parcialmente para acoger el centro cívico de la Ciudad Vieja, una infraestructura que los vecinos del barrio demandaban desde hacía muchos años. El recinto abrió sus puertas en 2015 tras una inversión de medio millón de euros con la dotación de un salón de actos, una sala de juegos, otra de lectura y seis aulas de actividades distribuidas en cuatro plantas.

De los 3.800 metros cuadrados de superficie construida que posee el edificio se rehabilitaron 897,55 , de los que 294,47 corresponden a la planta baja, 260,08 a la primera y 343 a la segunda. El edificio, que fue valorado entonces en 12 millones de euros por su gran valor histórico al haber sido construido en el siglo XVII, fue incorporado al patrimonio municipal.

El proyecto supuso la restauración de la puerta de acceso de la calle Veeduría, la recuperación de la estructura interior del edificio y la instalación de un ascensor en el patio, que también se rehabilitó, además de una nueva red eléctrica, de fontanería y calefacción.

El resto del inmueble que no fue reformado quedó a la espera de que se decidieran los usos a los que se destinaría. Durante la campaña electoral de las municipales de 2019, la candidata a la Alcaldía por el Partido Popular, Beatriz Mato, propuso que se convirtiera en la exposición permanente de las obras del Museo de Arte Contemporáneo tras el cierre de las instalaciones de Agrela por la Fundación Naturgy en diciembre de 2018.

La puesta en marcha del Plan de Revitalización de la Ciudad Vieja, unido a la creación del área Rexurbe en este mismo barrio suponen ahora la oportunidad de completar la recuperación del histórico edificio.