La presentación ayer por el Gobierno local en el marco de la Mesa de la Ciudad Vieja del proyecto municipal para la Casa de Veeduría llevó a las asociaciones de vecinos y de comerciantes del barrio a reclamar una participación efectiva en el plan de dinamización que se pretende poner en marcha en esta zona. Ambos colectivos recriminan al Concello que se les planteen las iniciativas municipales como la proyectada para la antigua sede del Gobierno Militar sin que antes les sea pedida su opinión sobre los usos que debe tener el inmueble, del que una tercera parte está ocupado hasta ahora por el centro cívico del barrio.

El Ejecutivo local informó ayer a los integrantes de la Mesa de la Ciudad Vieja que el proyecto para completar la reforma del edificio tiene un presupuesto de 2,4 millones, de los que se espera que 1,2 millones sean aportados por el Ministerio de Transportes. El objetivo municipal es licitar la redacción del proyecto de las obras en septiembre para que empiece a ser elaborado en enero del próximo año.

El plan municipal incluye la ampliación del centro cívico en la planta baja con una sala de exposiciones, un área de descanso, una zona de juegos y una hemeroteca infantil. Para el sótano se prevé la instalación de un comedor y de un centro de día para personas mayores que tendría un acceso independiente y adaptado por la calle Damas. En la primera planta se crearán salas de estudio para universitarios, un pequeño auditorio y espacios para empresas que trabajen de forma colaborativa.

Otro de los usos previstos es la instalación de la Oficina Municipal de Rehabilitación para su transformación en Oficina de Rexeneración Urbana, ya que será la encargada de gestionar el área Rexurbe aprobada por la Xunta para la Ciudad Vieja y parte de la Pescadería.

"Estas mesas son casi informativas y deberían ser más participativas", lamentó ayer tras la reunión Adolfo López, presidente de la asociación de comerciantes de la Ciudad Vieja, que pretendía debatir en este órgano propuestas de movilidad, turismo, infraestructuras y actividad económica y que no pudo hacerlo, ya que el Gobierno local se limitó a informar sobre su proyecto para la Casa de Veeduría y la declaración del área Rexurbe. Acerca de este último asunto, López recordó que los comerciantes solicitaban desde hace años una iniciativa de ese tipo y se felicitó porque se haya puesto en marcha.

"Esperamos que haya un proceso participativo para los usos de la Casa de Veeduría porque no se contó con la Ciudad Vieja para nada", advirtió Pedro Roque, presidente de la asociación vecinal, quien señaló que los servicios sociales están "desbordados" y dudó que los universitarios precisen de aulas de estudio en ese edificio.

Roque destacó además que el proyecto municipal habla de un centro para mayores pero que no se concreta si realmente es un centro de día, por lo que exigió "que no sea solo un punto de reunión". También advirtió que había un acuerdo con el Gobierno local de Marea Atlántica para la inclusión de un centro de atención a las mujeres que no fue mencionado en la reunión.

"Todo lo que sea traer cosas a la Ciudad Vieja está bien", comentó Adolfo López sobre la Casa de Veeduría, de la que dijo que es "interesante porque puede ser un polo de atracción", aunque puso de relieve que por ahora solo es un proyecto y que el presupuesto "quizás tendría que ser mayor". En su opinión, la Ciudad Vieja "ha incrementado su población y se ha rejuvenecido" hasta el punto de que no hay oferta de viviendas, por lo que defendió que sean promovidas por la Administración para animar a las empresas.

"El problema de la revitalización de la Ciudad Vieja es el de la vivienda", opinó Pedro Roque, quien no comprende por qué en A Coruña no se aplican planes de rehabilitación como los realizados en otras ciudades y recriminó la falta de inversión municipal en calles, jardines e iluminación a lo largo de los últimos cincuenta años.