La panadería Alpa, que desarrollaba su actividad en el número 108 de la avenida de Os Mallos, trasladó en los últimos días su actividad a otro local del barrio ante la inminencia del precintado del establecimiento que había ordenado el Concello por las continuas denuncias por ruidos presentadas por el propietario de la vivienda situada sobre este negocio.

La administración municipal le concedió el 23 de junio un plazo de 24 horas para que cesara la actividad y le advirtió que precintaría el local, después de que la Policía Local comprobase en varias ocasiones que seguía desempeñándola a pesar de que el 14 de mayo se rechazó su petición de suspensión cautelar del cierre.

Los problemas por la actividad de la panadería comenzaron hace ya 17 años con el antiguo responsable del establecimiento, puesto que el horno empleado durante las noches para la elaboración del pan genera ruidos y olores a través del patio de luces que fueron denunciados entonces por los padres del actual residente en la vivienda y en la actualidad por él mismo.

La primera queja se presentó en 2003 y la medición realizada por la Policía Local en 2007 dio un resultado medio de 38,6 decibelios, cuando el máximo permitido en un dormitorio en horario nocturno es de 25. Al año siguiente se midieron 36,1, 37,8 y 38,7 decibelios, mientras que en 2009 se alcanzaron los 39,2. El vecino afectado, José Manuel González Soto, explicó que el horno generaba además un aumento de la temperatura en el cuarto de baño, donde llegó a medir 33 grados.

En 2009 el Concello obligó al propietario del local a aislarlo acústicamente, pero desoyó esa orden. En agosto de 2018 la panadería cambió de titular y los problemas continuaron por lo que la Policía Local en marzo de 2019 registró un ruido de 34 y 38 decibelios y lo atribuyó al "deficiente funcionamiento del horno y motor del mismo de la panadería". En mayo se dio un mes de plazo para corregir esa situación y se ordenó cesar la actividad de noche, de nuevo con resultado negativo. El 3 de diciembre se decretó el cierre de la panadería, orden que reiteró el 10 de marzo tras rechazar el recurso presentado.